Efectivamente, en Colombia la formación de abogados en las facultades de Derecho se da a través de metodologías que les permite, asumir diferentes roles conforme a las especialidades de la profesión. Sin embargo, se evidencia una gran necesidad de adquirir habilidades profesionales para atender las nuevas interacciones que se generan por la Economía Digital y el uso de tecnología. En ese orden de ideas, el abogado debe estar más vinculado con asumir una Mentalidad Digital (Digital Mindset) que se podría obtener estudiando, por ejemplo, el Derecho de las Nuevas Tecnologías. Valga decir que, las facultades de Derecho actualmente están ofreciendo programas de Posgrado o en algunas materias de Pregrado en estos temas, sin embargo, todavía se requiere un cambio estructural.
En Colombia, en muchos casos, no en todos, en las facultades de Derecho muchos de sus docentes, siguen incentivando el aprendizaje de memoria de muchos temas que se enseñan en el plan de estudios u otros docentes, replican métodos de aprendizaje que pueden ser completamente anacrónicos, métodos que claramente no ofrecen nuevas habilidades para un abogado que debe estar armonizado con la Economía Digital.
El abogado debe evitar y resolver conflictos, debe aplicar los métodos de interpretación de la Ley y la Constitución a cabalidad, debe tener habilidades judiciales, argumentativas, empresariales y comerciales, entre otras. Sin embargo, vale la pena interrogarse ¿No deben ser estas habilidades básicas siempre trasversales a la formación de todo abogado? ¿Los métodos de aprendizaje son anacrónicos para adquirir todas las competencias y habilidades que requieren los abogados hoy en día? ¿Resulta necesaria una modernización de los métodos de enseñanza de las facultades de Derecho en Colombia?
Para cierto sector de la doctrina jurídica, las respuestas a estos interrogantes son afirmativas; ergo, la necesidad de formar abogados con competencias digitales mas allá de las competencias que subyacen de la formación básica de un abogado, son completamente perentorias, necesarias y estratégicas. Desde luego, es necesario adquirir aprendizaje de Legal Design para estructurar textos comprensibles a todos los destinatarios que, en su mayoría, no entienden el lenguaje técnico legal de los abogados. Del mismo modo, se requiere formación en temas tales como, Big Data, Ciberseguridad, E-Commerce, Smart Contracts, Blockchain, Digitalización Judicial, Litigio Digital Estratégico, Legaltech, Regtech, Suptech, Innovación, habilidades de Negociación, Automatización de Procesos, herramientas con Inteligencia Artificial, entre otros.
En conclusión, la Economía Digital está generando que el Derecho como ciencia social tenga que regular situaciones que antes no existían y el Legislador, se está viendo rezagado por no estar al día en los avances que trae la tecnología con las nuevas interacciones sociales; en consecuencia, se requiere de una tarea ardua de política de Estado, que exija perentoriamente a las facultades de Derecho en Colombia la modernización los métodos de enseñanza y una modernización del plan de estudios que permita formar abogados con múltiples habilidades pero sobre todo, formar abogados con habilidades digitales que les permitan prestar un servicio eficiente y competitivo.