La CMA consideró que Microsoft podría restringir el acceso a los videojuegos de Activision
Con el desarrollo de la tecnología de computación en la nube (“Tecnología de Nube”), los videojuegos cada vez prescinden más de la dependencia a una consola, para, en su lugar, hacer parte de suscripciones ofrecidas a los jugadores. A pesar de tratarse de un servicio aún en desarrollo, las autoridades de libre competencia económica ya lo identifican como una alternativa que garantizaría la dinámica de libre competencia en el mercado de videojuegos. Tal es el caso de la adquisición de Activision Blizzard (“Activision”) por parte de Microsoft.
Los usuarios de videojuegos han accedido a este servicio, generalmente, a través de una consola de video dedicada, primero con Nintendo, y al menos desde el 2001, con la consola Xbox fabricada por Microsoft[1], y, por otro lado, pagan un precio único para tener acceso al juego que les interesa. Con apoyo en la Tecnología de Nube, ahora, se ofrecen suscripciones para acceder a un catálogo de juegos que el usuario puede disfrutar sin necesidad de instalar el respectivo juego en un dispositivo, en tanto que dicha tecnología permite transmitir por Internet desde un centro de datos al dispositivo compatible que elija el usuario.
La autoridad de competencia del Reino Unido (“CMA”), en una decisión del pasado 26 de abril, resolvió bloquear la adquisición de Activision[2], al considerar que el acceso a este nuevo modelo podría ser restringido por Microsoft, reduciendo así la libre competencia en ese mercado, en perjuicio de los consumidores de Reino Unido. Para la CMA, Microsoft cuenta, por un lado, con Windows, el sistema operativo con el que se hicieron compatible una variedad amplia de videojuegos[3], y, por otro lado, con su propia infraestructura de Tecnología de Nube, lo que reduciría sus costos para ofrecer videojuegos soportados con esta tecnología[4]. En cuanto a Activision, la CMA encontró que, por la popularidad de juegos como “Call of Duty”, su librería de videojuegos es un “must-have” para un proveedor que esté interesado en ofrecer esta alternativa de servicio.
En ese contexto, la CMA consideró que existiría un incentivo para Microsoft en restringir los videojuegos desarrollados por Activision, exclusivamente para quienes adquieran suscripciones a “Xbox Game Pass”[5], de Microsoft. Si bien Microsoft ofreció licenciar gratis los productos de Activision por diez años, a ciertos proveedores, la autoridad consideró que este ofrecimiento no era suficiente para eliminar la capacidad que tendría Microsoft para excluir a competidores potenciales en este nuevo mercado. Esta decisión se contrapone a la adoptada por la autoridad de competencia europea[6], en la que la licencia gratuita fue considerada como un remedio efectivo para reducir los riesgos de exclusión que podría tener esta adquisición.