(…) A pesar de estos avances, existen áreas que necesitan más claridad y precisión. Uno de los principales puntos a mejorar es la definición del «riesgo sanitario». Aunque el proyecto menciona un enfoque de riesgo, no se detallan los criterios específicos para clasificar los productos según su nivel de riesgo, (…)
La reciente resolución que adopta un Plan de Contingencia para la gestión de trámites de registro sanitario y procedimientos asociados por parte de la Dirección de Medicamentos y Productos Biológicos del INVIMA representa un avance significativo en la administración de la salud pública en Colombia. No obstante, como en cualquier proceso de esta magnitud, es importante realizar un análisis crítico y constructivo para identificar tanto sus fortalezas como las áreas que requieren mejora, con el fin de optimizar su efectividad y transparencia.
El enfoque de clasificación de los trámites según el riesgo sanitario es un paso estratégico que permitirá priorizar aquellos productos que representan un mayor riesgo para la salud pública. Esta medida no solo agiliza el proceso de registro sanitario, sino que también asegura que los productos más críticos reciban una respuesta más rápida. Sin embargo, la priorización de los medicamentos se debería realizar de manera más inclusiva, estableciendo listas de medicamentos que incluyan tanto los productos del PBS (Plan de Beneficios en Salud) como los innovadores que aún no estén en el PBS, para garantizar igualdad de oportunidades para todos los actores del sector.
El uso de tecnologías para la realización de procedimientos, como las audiencias virtuales y la consulta de documentos en línea, es un avance positivo que mejora la accesibilidad, reduce los tiempos de respuesta y optimiza los recursos. Esto facilita la interacción con los solicitantes y permite a los funcionarios del INVIMA brindar respuestas más claras y oportunas, lo cual contribuye a la eficiencia en la gestión de trámites.
La implementación de criterios claros para la priorización de medicamentos en riesgo de desabastecimiento es otro aspecto clave, ya que garantiza la disponibilidad de medicamentos esenciales durante momentos de crisis. Asimismo, la priorización de medicamentos estratégicos para la salud pública refleja un enfoque proactivo en la protección de la población. Sin embargo, es fundamental que el plan de contingencia se aplique a todos los medicamentos, no solo a aquellos en riesgo de desabastecimiento, para asegurar que todos los productos tengan igualdad de oportunidad.
La creación de un comité de seguimiento y evaluación del Plan de Contingencia también es un avance positivo. Este comité asegurará que el proceso se implemente correctamente y que se hagan los ajustes necesarios para optimizar su ejecución. No obstante, sería valioso incluir en este comité a un miembro del Ministerio de Salud y Protección Social para brindar una capa adicional de auditoría y transparencia. Además, si se implementa que el comité publique los resultados de sus actividades de manera mensual en la página web del INVIMA, aumentaría la visibilidad y la rendición de cuentas del proceso.
Por otro lado, la flexibilidad que ofrece el plan para permitir la re-radicación de solicitudes que se pierdan por problemas tecnológicos, como los ciberataques, es una medida comprensiva que asegura que los interesados no sean penalizados por factores fuera de su control.
A pesar de estos avances, existen áreas que necesitan más claridad y precisión. Uno de los principales puntos a mejorar es la definición del «riesgo sanitario». Aunque el proyecto menciona un enfoque de riesgo, no se detallan los criterios específicos para clasificar los productos según su nivel de riesgo, lo que puede generar incertidumbre tanto entre los solicitantes como entre los funcionarios del INVIMA. Sería recomendable incluir un anexo con ejemplos prácticos y criterios detallados para clasificar los productos, lo que proporcionaría mayor claridad y uniformidad en el proceso.
Además, la priorización de medicamentos en desabastecimiento podría generar malestar entre los laboratorios o productores que no estén incluidos en los criterios de priorización, afectando la equidad en el acceso a los medicamentos. Para evitar esto, es importante que los criterios de priorización se gestionen de manera equitativa y transparente, permitiendo una revisión periódica y un sistema de turnos mensuales para priorizar diferentes grupos de medicamentos, tales como los del PBS, los innovadores no incluidos en el PBS y otros medicamentos.
Finalmente, el proyecto no especifica plazos claros para la ejecución de las acciones del comité ni para la resolución de los trámites, lo que podría generar la percepción de ineficiencia y retrasos. Incluir plazos definidos y actualizados periódicamente en función del volumen de trámites sería una medida necesaria para mejorar la transparencia y la efectividad del proceso.
En conclusión, el proyecto de resolución que adopta el Plan de Contingencia para la gestión de trámites de registro sanitario y procedimientos asociados por parte del INVIMA es un paso importante hacia la modernización de la administración de la salud pública en Colombia. Si bien se han logrado avances en la digitalización de los procesos y la creación de un comité de seguimiento, aún existen áreas que requieren mayor claridad y precisión, como la definición del «riesgo sanitario» y los criterios de priorización. Implementar las soluciones propuestas fortalecerá la eficacia del plan y aumentará la transparencia y la eficiencia en el proceso, lo que contribuirá a una mejor gestión de la salud pública en el país.