El reúso y la retornabilidad son dos conceptos que se refuerzan en la reciente enmienda europea.
La gestión de envases y empaques plásticos y el desincentivo hacia los plásticos un solo uso protagoniza un nuevo debate en materia de regulación. El Parlamento Europeo ha tomado medidas significativas a partir de una serie de enmiendas propuestas para la Directiva de Envases y Residuos de Envases (PPWR), cuyas implicaciones abarcan desde oportunidades de negocio hasta la reducción de la dependencia de recursos primarios.
Las enmiendas abordan múltiples aspectos de la gestión de envases y residuos en la Unión Europea, como la reducción en el consumo de materiales vírgenes y fomentar la utilización de envases reutilizables. Igualmente, resaltan la gestión y comportamiento del consumidor final, aumentando las opciones de envases reutilizables y limitar el sobre envasado, brindando así a los ciudadanos alternativas que reducen la generación de residuos, aun cuando hayan sido diseñados para su reúso. En ese sentido, se enfatiza la importancia de la implementación del etiquetado en los envases, que indiquen cómo reciclar adecuadamente cada tipo de residuo, lo que simplificará la tarea de separación en la fuente.
Una de las enmiendas más destacadas aborda la prohibición del uso de envases y empaques de un solo uso para la reserva de alimentos y bebidas consumidas en restaurantes y cafeterías, tales como: frutas, verduras y artículos de tocador en hoteles. Esta medida va acompañada de un enfoque en el diseño de envases sostenibles y la creación de sistemas de depósito obligatorios para botellas de plástico y latas de aluminio.
En el ámbito de los plásticos compostables, las enmiendas buscan aclarar la distinción entre los materiales compostables en el hogar y aquellos que requieren instalaciones industriales para su descomposición. Si bien esta medida ha generado cierta controversia, la distinción que se pretende incluso podría llegar a ser discutido en otras jurisdicciones como la colombiana, en donde la política nacional de plásticos de un solo uso se refiere a la importancia del compostaje y el reciclaje de plásticos, pero no necesariamente hace una distinción en el mecanismo técnico o práctico que podría generar una importante diferencia a la hora de considerar un residuo como compostable domésticamente o no, y asimismo su incentivo.
El reúso y la retornabilidad son dos de los conceptos que se refuerzan en la reciente enmienda europea, lo que podría incidir en la producción de plásticos primarios que, aunque pensados desde el eco-diseño, no hayan sido concebidos necesariamente para su reúso.
Lo anterior deja entrever un posible giro hacia una menor inversión en la producción masiva de eco-plásticos y el boom de los biodegradables, para dar paso a un mayor reúso, situación que debe ser tenida en cuenta por fabricantes y comercializadores de este tipo de insumos y, con ello anticiparse a posibles regulaciones en la materia, influenciadas, como suele suceder, por la agenda europea.