“La quinta libertad es una herramienta clave para las aerolíneas que buscan expandir su presencia internacional sin necesidad de establecer nuevas bases en otros países. Permite una mejor utilización de sus aeronaves, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa y en una oferta de servicios más diversa”
Los Acuerdos de Servicios Aéreos (ASA) son esenciales para el transporte aéreo internacional. Basados en la Convención de Chicago de 1944, estos acuerdos bilaterales o multilaterales regulan rutas y derechos de tráfico entre Estados, permitiendo que las aerolíneas operen vuelos internacionales de manera segura. El propósito principal de estos acuerdos es facilitar la conectividad aérea entre naciones, lo que impulsa el desarrollo económico global.
Un aspecto central de estos acuerdos son los derechos de tráfico aéreo. Estos derechos de tráfico o “libertades” permiten a las aerolíneas desde sobrevolar un, hacer escalas técnicas o transportar pasajeros y carga entre dos países. Las negociaciones para conceder estas libertades son complejas, pues cada Estado busca proteger sus intereses nacionales y así promover una competencia justa.
Los Acuerdos de Servicios Aéreos se basan en el principio de soberanía del espacio aéreo, basado en el artículo 1 de la Convención de Chicago, el cual establece que ningún vuelo internacional puede sobrevolar o aterrizar en otro país sin acuerdo previo. Los derechos de tráfico aéreo, como las libertades del aire, son el núcleo de estos acuerdos y se negocian con cuidado para mantener intereses económicos y soberanía.
La quinta libertad es una herramienta clave para las aerolíneas que buscan expandir su presencia internacional sin necesidad de establecer nuevas bases en otros países. Permite una mejor utilización de sus aeronaves, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa y en una oferta de servicios más amplia. En este contexto, se puede fomentar una competencia que impulse la conectividad y mejore la calidad del servicio ofrecido.
Uno de los principales beneficios de la quinta libertad del aire es que permite a las aerolíneas expandir significativamente sus opciones de conexión, abriendo nuevas rutas que antes no estaban bien atendidas. Al permitir escalas intermedias en países terceros, las aerolíneas pueden ofrecer vuelos más directos y competitivos en términos de precio. Esto no solo beneficia a las aerolíneas, sino que también amplía las opciones para los pasajeros, brindándoles acceso a más destinos y a tarifas más asequibles.
El éxito de aerolíneas que han aprovechado la quinta libertad, como algunas del Golfo, demuestra cómo esta práctica puede dinamizar el mercado, aumentando la oferta de rutas internacionales. Estas aerolíneas han contribuido a ampliar la red global de vuelos y a mejorar la experiencia del usuario, mostrando cómo es posible competir de manera justa en un entorno internacional.
Recientemente, Emirates ha ingresado como competidor en el mercado colombiano, presentando una oferta atractiva en comparación con los operadores nacionales, ya que ofrece un producto mucho más completo que el de los jugadores locales. Además, gracias a la quinta libertad del aire, está proporcionando servicios en una de las rutas más importantes de Colombia: Bogotá – Miami.
Estos acuerdos constituyen la base fundamental para la integración y expansión global del transporte aéreo. Al negociar derechos como la quinta libertad, se crean nuevas oportunidades para las aerolíneas, tanto locales como internacionales, lo que fomenta un entorno más competitivo y dinámico en el sector aéreo.
Luis Camilo Soto es Abogado de la Universidad de Los Andes, con especial afinidad y experiencia en el derecho aeronáutico.