La correcta implementación de los Principios de Gobierno corporativo es objeto de la debida diligencia.
Por estos días, se lleva a cabo la “Colombia Tech week” que, según sus organizadores, tiene como finalidad generar un ambiente propicio para que Startups, Venture Capitals, Comunidades de tecnología y aceleradores puedan compartir eventos y explorar alternativas de negocio[1].
Cada vez que ocurren eventos como este, es imposible dejar de pensar en lo dinámico que se ha vuelto este sector -vemos operaciones de M&A todos los días alrededor del mundo-, los continuos retos que deben enfrentar quienes tienen el sueño de ser el próximo unicornio latinoamericano y la importancia que ha venido tomando el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible para este tipo de empresas.
Es precisamente en relación con estos tres puntos que el Gobierno Corporativo ha consolidado su rol protagónico; en efecto, hoy en día son cada vez más los emprendedores que han entendido que los estándares de gobierno corresponden a medidas a adoptar con miras a, entre otros, garantizar la duración en el tiempo de cada emprendimiento, establecer una estructura administrativa acorde a las expectativas de crecimiento acelerado, establecer condiciones para la vinculación de inversionistas y, por último, garantizar la adecuada transición entre sus fundadores y los ejecutivos seleccionados para supervisar.
En este contexto se entienden algunas de las recomendaciones que, por ejemplo, fueron incluidas en la “Guía de Buenas Prácticas de Gobierno Corporativo para Empresas Competitivas, Productivas y Perdurables”, de la Cámara de Comercio de Bogotá, y que están relacionadas con estos puntos, a saber:
- Establecer acuerdos entre socios que reconozcan lo dinámico de la operación, generando claridad en las condiciones para la vinculación de inversionistas, salida de socios iniciales, mecanismos para la solución de conflictos.
- Establecer reglas que permitan proteger la propiedad intelectual de la empresa ante la salida de uno o algunos de los fundadores como consecuencia de la entrada de capitales frescos;
- Incluir el procedimiento para la elección de los administradores, así como de otros órganos de decisión o consultivos; en este caso deberá considerarse que la conformación del esquema de gobierno dependerá, en gran parte, del número y tipo de accionistas con los que se cuente.
- Fijar el procedimiento que debe seguirse en caso de que uno o algunos de los fundadores decida alejarse de la administración de la compañía.
Como puede verse en la descripción sencilla que acabamos de hacer, todos y cada uno de los puntos en cuestión resultan relevantes teniendo en cuenta que la expectativa de quienes constituyen estas empresas. Así las cosas, cualquier esfuerzo dirigido a implementar este tipo de medidas será bien recibido si se tiene en cuenta, además, que este -la existencia de dichas medidas- es un elemento de obligatorio análisis en el proceso de debida diligencia que llevarán a cabo los jugadores estratégicos interesados en realizar inversiones de cualquier tipo.
[1] About (colombiatechweek.co), acceso el 26 de agosto de 2024.
Julián Felipe Rojas Rodríguez es Socio del área de derecho Corporativo, en Pinilla, González & Prieto Abogados.