La sofisticación de la Inteligencia Artificial (IA) y la implementación de esta en el desarrollo de distintos servicios -y en la manera en la que ejecutamos nuestras labores diarias- ha creado una serie de nuevos desafíos en la negociación de contratos que incorporan este tipo de tecnología.
La sofisticación de la Inteligencia Artificial (IA) y la implementación de esta en el desarrollo de distintos servicios -y en la manera en la que ejecutamos nuestras labores diarias- ha creado una serie de nuevos desafíos en la negociación de contratos que incorporan este tipo de tecnología. En este artículo, dejaremos esbozados algunos de los aspectos clave para tener en cuenta al momento de negociar contratos comerciales que incorporen el uso de herramientas de IA como parte de la prestación de sus servicios.
Procesos Internos de Verificación del uso de IA
Es crucial que las compañías tengan definidos unos procesos internos para verificar el cumplimiento de ciertos requisitos para el uso de la IA en la prestación de servicios. Mientras esperamos regulaciones al respecto, recomendamos poner en práctica al interior de las organizaciones los requisitos, restricciones y responsabilidades que se encuentran esbozados en el proyecto que ha propuesto la Comisión Europea para controlar el uso de la IA en dicha región, dentro de las cuales se destacan: a) enfoque basado en riesgos: El proyecto clasifica los sistemas de IA según niveles de riesgo, asegurando la regulación adecuada para aplicaciones de alto riesgo; b) Prohibición de prácticas inaceptables: El proyecto plantea la prohibición expresa a sistemas de IA que violen la dignidad humana, manipulen el comportamiento o conduzcan a la discriminación; c) Transparencia y responsabilidad: Los usuarios deben ser conscientes de las interacciones con la IA y que los desarrolladores proporcionen información clara y suficiente sobre las capacidades del sistema y; d) Supervisión: Se debe tener un derecho de auditoría sobre el uso del sistema y la aplicación y cumplimiento de los requisitos establecidos.
Definir en el contrato el término “Inteligencia Artificial”
En el mercado podemos encontrar aplicaciones que incorporen el uso de IA generativa o que simplemente sirvan como herramientas para el análisis y reporte de datos, entre otros, por lo que en algunos casos la definición del término deberá tener en cuenta el tipo de herramienta que sea utilizada. Ahora bien, dependerá de las partes si la intención es definir el término de una manera general o mucho más específica; para el cliente siempre será mejor tener una definición mucho más amplia de lo que se entenderá por IA con el fin de evitar malentendidos a futuro, por su lado, el prestador del servicio tendrá la intención de crear una definición especifica para poder negociar en un futuro la inclusión de nuevas herramientas de IA dentro del servicio o limitar su responsabilidad en caso de utilizar una herramienta no definida pero utilizada en la prestación del servicio.
Titularidad de los derechos de Propiedad Intelectual
Este es uno de los temas mas cruciales al momento de negociar el uso de IA en la prestación de servicios. La titularidad de los derechos de propiedad intelectual en las capas de entrada (Input) a la herramienta deben ser delimitados con claridad, los datos incorporados por el cliente deberán de ser de titularidad de este, así como el desarrollador esperará que se respeten sus derechos sobre el código que se utilizó para la creación del sistema.
Licencia de uso sobre las creaciones generadas por la IA
Otro tema es la asignación de titularidad de los derechos de Propiedad Intelectual sobre los resultados o creaciones del sistema. Si la intención del cliente es utilizar los resultados, como sería lo más lógico, esto podría lograrse a través de la inclusión de una licencia de uso de los resultados con las limitaciones y restricciones que cada una de las partes negocie para el caso en concreto. Será importante también establecer el alcance de uso de los resultados al momento de terminación o suspensión del uso de la herramienta de IA con el fin de evitar una interrupción intempestiva del servicio o una posible disputa sobre el alcance de los derechos del cliente en el uso y retención de los datos e información creada por el sistema luego de la terminación.
Limitación al uso de los datos ingresados
Una de las problemáticas más grandes es la de establecer ciertas restricciones al uso que el sistema puede darle a la información suministrada por el cliente por fuera de su ambiente. El cliente deberá establecer ciertas restricciones para evitar que los datos incorporados no sean utilizados por la herramienta para crear resultados en ambientes diferentes a los del cliente mismo. Esto es importante, porque de no ser así, la competencia podría tener acceso a los datos del cliente a través de la herramienta, por lo que las capas de entrada y los resultados del sistema siempre deberán ser controlados y manejados dentro del ambiente del cliente y para su uso exclusivo.
Cumplimiento de la Ley
Un punto clave en la negociación de este tipo de contratos, y que a veces se da por sentado, es el de incluir una cláusula en la que las partes no violen la ley. Para esto será importante también delimitar con claridad los deberes y responsabilidades de las partes en el cumplimento de la normatividad aplicable y en la ejecución del contrato, ya que solo por dar un ejemplo, la responsabilidad podrá recaer en el cliente al ser este quien proporciona los datos utilizados para crear resultados en la herramienta, en la medida en que el conjunto de datos puede contener información confidencial o sensible que este protegido por leyes de privacidad.
Finalmente, si la herramienta es utilizada para recopilar o procesas datos personales, será fundamental garantizar que estos datos sean tratados de conformidad con las leyes y regulaciones entorno a la protección de los datos personales. Esto puede incluir obtener el consentimiento de los individuos antes de recopilar su información personal y garantizar que los datos solo se utilicen para los fines para los que se recopilaron.