La firma de este acuerdo es un paso fundamental en la consolidación de las relaciones comerciales con Estados Unidos, principal socio de Colombia.
Agilidad, gestión de cumplimiento, gestión de riesgo, seguridad y resiliencia son conceptos claves para hablar de la figura del Operador Económico Autorizado (OEA). Aquel usuario certificado por cumplir rigurosamente con la normativa, que garantiza las buenas prácticas y la seguridad a lo largo de la cadena de suministro ante las autoridades aduaneras, lo cual le permite beneficiarse de las medidas de facilitación del comercio. Actualmente, 97 países cuentan con este programa, mientras que en otros 20 se está implementando. El trabajo mancomunado entre las aduanas y los operadores certificados pretende ofrecer procesos expeditos en frontera, diferenciales para la apertura de mercados y la atención de la demanda de consumidores.
Con este propósito, el pasado 17 de abril, la Dirección de Aduanas e Impuestos Nacionales (DIAN) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) firmaron el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo (ARM) de sus programas OEA y CTPAT, respectivamente. Tras un período de convalidación y análisis de compatibilidad entre ambos programas, las autoridades aduaneras de los dos países pronto implementarán este acuerdo bilateral. La concientización del intercambio de información mediante la tecnología blockchain, la amplitud del programa, en el caso colombiano, a otros actores de la cadena de suministro y los ajustes operativos necesarios serán los retos a superar para acceder a los beneficios propios del ARM.
La firma de este acuerdo es un paso fundamental en la consolidación de las relaciones comerciales con Estados Unidos, principal socio de Colombia. Según el boletín técnico de exportaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en febrero de 2023, el 28.8 % de las operaciones ejecutadas tuvieron como destino el mercado estadounidense.
El beneficio de este acuerdo se asocia con la visibilidad y la competitividad a nivel internacional de los usuarios que ostenten la certificación OEA. Para los empresarios que busquen proveedores colombianos, será un atractivo contar con el beneficio de simplificar los procesos de aduana en sus operaciones hacia Estados Unidos. Esta ventaja competitiva permitirá afianzar el intercambio comercial entre ambos países, tal como le ocurrió a México. Luego de que estos dos países norteamericanos firmaran su ARM en 2014, fue notorio el aumento de las exportaciones mexicanas hacia su país fronterizo, así lo explica el estudio de 2016 sobre el programa OEA en México “Trust no one?: Security and International trade” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Es pertinente identificar que los beneficios tangibles de este acuerdo implican el compromiso del sector privado de trabajar en la medidas resilientes de su cadena de suministro, deben afrontar las dificultades contemporáneas de ciberseguridad y todo tipo de cataclismos. Si bien el análisis de las operaciones parte del ecosistema de negocios y no de cada eslabón, es necesario que todos los actores de la cadena de suministro cumplan con los requisitos mínimos para poder garantizar la seguridad del proceso. Asimismo, nuestra autoridad de aduanas deberá fortalecer sus sistemas informáticos y adoptar nuevas tecnologías para el intercambio sincrónico de información que demanda este nuevo compromiso.