Dijo San Agustín de Hipona, “si errar es humano, es demoníaco perseverar en el error”; las experiencias de miles de empresarios que antes de ver un solo peso de ganancia, deben resolver primero graves y largos problemas derivados de la falta de asesoría jurídica, debería ser el único y último ejemplo para decidirse por desterrar para siempre la improvisación empresarial cuando de temas jurídicos se trata.
Danny Fernando Ortiz Basante
Universidad Externado de Colombia
“Quien se defiende a sí mismo tiene a un tonto por cliente y un imbécil por abogado” Abraham Lincoln.
“Errar es humano”: es una frase que debería ser excluida del lenguaje empresarial cuando de analizar las consecuencias de los errores jurídicos se trata; se podría decir que una empresa no debería tener ninguna eventualidad jurídica mayor si ha hecho una apuesta estratégica importante en su área jurídica, desafortunadamente la realidad es contraria.
Hay que recordar que la creación y puesta en marcha de una empresa abarca varias responsabilidades legales, y por ende varias disciplinas jurídicas como el derecho comercial, aduanero, laboral, tributario, administrativo, entre otras, pueden ser necesarias dependiendo del tamaño y el giro de la nueva empresa, de ahí que la asesoría jurídica debe ser escogida de acuerdo a dicha necesidad.
En Colombia existe un amplio marco legal, un régimen regulatorio exclusivo para la empresa, y además un enorme vademécum de normas y directrices en campos legales tan distintos y amplios que, como es apenas normal, superan la capacidad y el conocimiento de los empresarios.
Uno de los primeros y más graves errores que se pueden cometer es el de la redacción de estatutos y manuales de la empresa, los cuales tristemente son en su mayoría reproducciones de formatos que casi nunca recogen la real voluntad de los empresarios y de las necesidades de la empresa; a nivel tributario es importante recordar que las empresas privadas y públicas, dependiendo de su figura y giro, pueden ser altamente reguladas, además, sobre ellas pueden recaer obligaciones como retenedores, gravámenes para sectores específicos como el de las prestadoras de servicios, o exenciones en el pago de impuestos, devoluciones, etc., que muchas veces pasan desapercibidas para los nuevos empresarios, y que fácilmente pueden generar el pago de sanciones derivadas de incumplimientos, o bien, la pérdida de ventajas tributarias.
En el sector ocupacional, por ejemplo, se concentran una serie de obligaciones relacionadas con la aplicación de las normas de cuidado y mejoramiento constante de la calidad de vida de los empleados, mismas que de faltar pueden generar sanciones o condenas millonarias; en el derecho laboral la falta de asesoría es igual de riesgosa, esto por la posibilidad de condenas, pago de conciliaciones o sanciones relacionadas con violación de los regímenes prestacionales o salariales que pueden generar graves afectaciones económicas a la empresa.
Desafortunadamente son las consecuencias de esa actitud temeraria las que se conocen a diario en consulta: empresas y empresarios sancionados, demandas laborales y civiles, resultados negativos de inspecciones y visitas, procesos administrativos en estados tan avanzados, o en condiciones tan graves, que ya la asesoría jurídica se limita a controlar los daños y buscar soluciones amigables al conflicto.
En Colombia se prohíbe la representación propia, salvo algunas y necesarias excepciones, así mismo debería proscribirse para los empresarios, al menos estatutariamente, el asesoramiento jurídico propio, conducta típica de emprendedores y empresarios multitareas que, generalmente equivocados, consideran tener el conocimiento y las habilidades suficientes para reemplazar la tarea jurídica ejercida por un profesional.
Excelente artículo basado en la realidad empresarial, que por falta de asesoría muchas veces terminan errando en decisiones claves para su desarrollo y crecimiento en el giro de su negocio.
Muy bien estimado colega y amigo, te sigue toda la razón, incluso si me permites le agregaría que después de batallar y procurar la contención de daños gigantescos en contra de las corporaciones o empresas o personas naturales, muchas veces no tienen más palabras que decir que nuestra labor no ha sido ejercida de la mejor manera o que tenemos intereses personales sobre el asunto, definitivamente a veces el ejercicio es ingrato.
Gracias colega
Hola Danny, muy interesante y valioso tu texto para todo aquel que quiera estructurar cómo Dios manda una empresa, hacer las cosas correctamente y proteger su patrimonio frente a malas desiciones o simplemente negligencia. No soy muy conocedor de este campo, pero gracias a textos como el tuyo uno va conociendo. ! felicitaciones¡
Asesoría jurídica que cuide a la empresa de la norma legal ,socios y de los trabajadores, consolidando empresas sostenibles y preocupadas por el medio ambiente.
Excelente artículo. Gracias por compartir el conocimiento y la experiencia.
Excelente publicación estimado Danny! Entre algunas empresas existe un desconocimiento profundo sobre el asesoramiento no solo jurídico, sino también de otras disciplinas entre ellas las ciencias humanas. Error de la academia, error de la oferta, o tal vez de la demanda. Mientras las asociaciones de profesionales están en declive
Nada más cercano a la realidad, hasta que se debe beber de esa agua.
Muy buena columna, felicidades.
Buen artículo’. Es necearia la asesoría juridica es necearia,esoecialmente en empresas grandes y el giro de sus negociios.. En empresas pequeñas no suele usarse al juridico sino en casos extremos. Aclarese que hay sobre abundacia de abogados y cualquier empresario tiene abogados familiares que les suplen y hasta ahorran el gasto en este rubro tan importante : la asesoría y defensa juridicas permanente. Reitero: buen e interesante escrito
Excelente mi Dr. Bendiciones
Excelente Profe !!