Cambio de cargo y de funciones: Los límites del ius variandi

“Es imprescindible que en el momento en que se vaya a efectuar la modificación o cambio de las funciones o el cargo de un trabajador de manera unilateral, las empresas analicen con detenimiento si dicha actuación podría implicar, en cualquier grado o medida, una desmejora o afectación a la dignidad y condiciones laborales de éste”.

El ius variandi es la facultad que tiene todo empleador de alterar las condiciones de trabajo de sus colaboradores en cuanto al modo, lugar, cantidad o tiempo del mismo, facultad que deviene precisamente del poder subordinante que está inmerso en toda relación laboral, por cuanto la subordinación se encuentra catalogada en el artículo 23 del Código Sustantivo del Trabajo como uno de los elementos esenciales que componen la existencia de todo contrato de trabajo.

No obstante, esta facultad no es absoluta ni ilimitada, pues las Altas Cortes han establecido que debe reducirse a las modificaciones necesarias para mejorar las condiciones laborales, sin afectar la dignidad ni los derechos del trabajador. En esa dirección, se ha sostenido que la facultad del ius variandi no puede ser ejercida de manera arbitraria, ya que el poder subordinante está condicionado por el honor, la dignidad y el respeto al trabajador. (CSJ SL3179 de 2018)

Sobre el particular, en sentencia SL3179 de 2018 la Sala Laboral reiteró la posibilidad del empleador de efectuar cambios en algunos aspectos de la relación de trabajo, pero “siempre y cuando no se afecten sustancialmente las condiciones esenciales del vínculo o se vulneren los derechos del empleado”.

Ahora bien, ¿Cómo funciona el ius variandi de cara al cambio unilateral de cargo y/o funciones?

Al respecto, la Corte Constitucional ha decantado que inclusive en aquellos casos en donde no exista desmejora en el salario o en el horario, la modificación de funciones puede implicar la afectación de la dignidad del trabajador y, en ese sentido, la facultad del empleador de alterar unilateralmente estas condiciones se encontraría limitada (T-682 de 2014). Igualmente, la Corte Suprema de Justicia ha determinado que, si se presenta una variación ostensible de las funciones del trabajador cuando se notifica un cambio de cargo, puede existir una desmejora de las condiciones de trabajo y, por ende, un abuso del poder subordinante. (CSJ SL, Rad. 44155, 26 de junio de 2012).

En efecto, un caso particular -bastante controversial- fue el estudiado por la Corte Suprema de Justicia en la sentencia SL3179 de 2018, pues en dicha oportunidad esta Corporación determinó que se había presentado un desmejoramiento laboral en el cambio del cargo del demandante, pues si bien se trataba de una posición de la misma jerarquía y con el mismo salario, las nuevas funciones asignadas involucraban en su mayoría tareas de ejecución y no de dirección y representación como las que desempeñaba con anterioridad, lo que vulneró la dignidad del actor.

Así las cosas, es imprescindible que en el momento en que se vaya a efectuar la modificación o cambio de las funciones o el cargo de un trabajador de manera unilateral, las empresas analicen con detenimiento si dicha actuación podría implicar, en cualquier grado o medida, una desmejora o afectación a la dignidad y condiciones laborales de éste, debiendo no solo analizar si el nuevo cargo está en el mismo rango salarial y jerarquía organizacional, sino igualmente si las funciones son similares desde todos los puntos de vista.