El trabajo a distancia ha fusionado en muchos casos el hogar y la oficina. Esta situación ha resultado muy beneficiosa en varias situaciones. Sin embargo, en otras no tanto y la mezcla ha llevado a desdibujar los horarios de trabajo, ya sea por decisión del trabajador o el empleador.
En esa medida, las personas han podido flexibilizar los horarios de trabajo para poder armonizar las rutinas de sus hijos, las tareas del hogar o incluso cualquier eventualidad. Igualmente, el hecho de “siempre estar en la posibilidad de responder un chat o correo” y “dar la milla extra” hacen difícil cumplir el horario o jornada de trabajo.
Bajo este contexto, recientemente fue expedida la Ley de 2191 de 2022. Esta ley crea, regula y promueve la desconexión laboral de los trabajadores y servidores públicos. Lo anterior con el fin de conciliar la vida personal, familiar y laboral para garantizar el goce efectivo del tiempo libre.
Los trabajadores y servidores públicos tienen el derecho a no tener contacto (físico o virtual), para cuestiones relacionadas con su actividad laboral, en horarios por fuera de la jornada pactada o máxima legal, vacaciones o descansos.
Por otra parte, el empleador tiene la obligación de abstenerse de formular órdenes o requerimientos al trabajador por fuera de la jornada. Adicionalmente, los empleadores deberán implementar una política de desconexión laboral que incluya: i) cómo garantizar el derecho de desconexión, ii) cómo presentar quejas (a nombre propio o anónimas) frente a eventuales vulneraciones del derecho a la desconexión, iii) un trámite de las quejas que garantice el debido proceso, mecanismos de solución y verificación del cumplimiento.
Ahora, las excepciones al derecho de desconexión son para los trabajadores o servidores públicos que desempeñen cargos de dirección, confianza y manejo, aquellas actividades que por su naturaleza deben tener una disponibilidad permanente y situaciones de fuerza mayor o caso fortuito.
Al implementar la política de desconexión laboral es aconsejable que los empleadores contemplen algunos temas que en la práctica puede mitigar eventuales diferencias con los trabajadores. Algunos ejemplos de temas son la definición de los cargos de dirección, confianza y manejo, la disponibilidad, el horario y jornada de trabajo, la interrupción de las vacaciones, canales de comunicación con los trabajadores, cómo funcionará el cumplimiento del horario para los trabajadores remotos, entre otros temas.
Sumado a lo anterior, es importante que la política de desconexión laboral sea dada a conocer a los trabajadores conservando prueba de ello.
Ahora, la inobservancia del derecho a la desconexión laboral eventualmente podrá constituir una conducta de acoso. Igualmente, el trabajador o servidor público que crea vulnerado su derecho de desconexión podrá interponer su queja ante el Inspector de Trabajo o la Procuraduría General de la Nación.
Atendiendo la necesidad de implementar la política de desconexión laboral es importante contar con asesoría especializada que le permita al empleador cumplir la obligación, pero ajustada a las necesidades de su negocio.