Es crucial que la política pública aborde los problemas administrativos que han frenado la expansión de las redes de transmisión y distribución, principalmente en materia de licenciamiento y permisos.
Recientes cortes de suministro en países como España, Portugal y Chile han resaltado la importancia de la confiabilidad y los sistemas de respaldo en la transición energética. Además, en estos mercados se ha avanzado significativamente en la disponibilidad de energía eléctrica de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER), con porcentajes de participación en la matriz energética de fuentes solar y eólica cercanas al cincuenta por ciento, siendo por ende un punto de referencia muy relevante para el futuro del mercado colombiano, en el que se espera la incorporación cada vez a un mayor ritmo de este tipo de fuentes de generación.
Así las cosas, ante una coyuntura en la cual la política pública ha fomentado el desarrollo e incorporación de proyectos de generación de FNCER al sistema de transmisión, es importante llamar la atención en el ritmo dispar al que, en contraposición, avanza la expansión de las redes de transmisión, lo que se evidencia en las complejidades para la asignación de puntos de conexión frente el gran número de proyectos de generación con intención de conectarse a la red y la limitada capacidad de incorporación del sistema.
Frente a ese panorama, es crucial que la política pública aborde los problemas administrativos que han frenado la expansión de las redes de transmisión y distribución, principalmente en materia de licenciamiento y permisos, lo cual requiere la articulación entre entidades de distintos niveles y especialidades vinculadas con su otorgamiento.
Sumado a lo anterior, es clave que la expansión de las redes esté acompañada de sistemas que garanticen la seguridad del suministro, dadas las implicaciones del cambio de entrega constante de energía de fuentes hídricas y térmicas, a una en la cual la energía entregada por las plantas de generación está sujeta a variación, dependiendo del nivel de radiación solar o la calidad del viento, lo cual deriva en la necesidad de adecuar los sistemas de transmisión a esa variabilidad.
Bajo el anterior contexto, es importante destacar las iniciativas que ha venido liderando la Unidad de Planeación Minero Energética con el fin de actualizar la Resolución 528 de 2011, con lo cual se busca incentivar la inclusión de nuevas tecnologías como los Sistemas de Almacenamiento de Energía Eléctrica con Baterías – SAEB en proyectos con punto de conexión.
Adicionalmente, la UPME ha adelantado convocatorias para el suministro e instalación de compensadores síncronos en los sistemas de transmisión, los cuales contribuyen a la entrada de FNCE al sistema en la medida que contribuyen a regular el voltaje y factor de potencia de las redes.
Ahora bien, a pesar de los esfuerzos que se evidencian en este frente por parte de la UPME, es fundamental que estos avances estén acompañados del mejoramiento en los procesos de asignación de conexión a las redes y que, de igual forma, la incorporación de sistemas de almacenamiento y de regulación de las redes tome un mayor impulso, en línea con el desarrollo de proyectos de generación que brinden confiabilidad al sistema. Esto, teniendo en cuenta además que un gran número de proyectos con obligaciones de energía en firme asignadas para garantizar el suministro en el sistema consisten en proyectos solares.
Julián Lozano es asociado senior de la practica de Infraestructura y Derecho Público en Garrigues, donde ejerce su actividad profesional principalmente en asesorías a entidades públicas y empresas privadas en contratación estatal, derecho ambiental y en estructuración de proyectos de infraestructura bajo esquemas de colaboración público-privada, en los sectores de transporte masivo, infraestructura vial y aeroportuaria, salud entre otros. Así mismo, participa en la revisión de los aspectos regulatorios asociados a proyectos generación y transmisión de energía.