Economía digital y tributación: Colombia enfrenta desafíos con ‘presencia económica significativa’
En un mundo cada vez más globalizado, la economía digital ha cobrado mucha relevancia. A pesar de lo anterior, dicha transformación tecnológica ha planteado grandes desafíos para los sistemas tributarios internacionales, tales como nuevos modelos de negocios que operan sin presencia física en un país determinado, lo que puede generar una erosión en la base imponible y trasladar beneficios a países con baja tributación.
¿Cómo aborda la legislación colombiana estos desafíos?
La reforma tributaria del año 2022 dio un paso adelante al abordar esta problemática mediante la introducción del concepto de «presencia económica significativa». Esto busca que las empresas no residentes o no domiciliadas en Colombia que tengan interacción deliberada y sistemática[1] con clientes en el país y que perciban ingresos brutos superiores a los 31.300 UVT –$1.327.495.600 (2023) por transacciones de venta de bienes y/o prestación de servicios, estén sujetas al Impuesto de Renta en Colombia a la tarifa general o a una tarifa del tres por ciento (3%) sobre la totalidad de los ingresos brutos.[2]
La reforma añade el artículo 20-3 al Estatuto Tributario y establece que la disposición entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2024.
¿Cómo se relaciona con el impuesto mínimo global de la OCDE?
El concepto de «presencia económica significativa» guarda relación con el impuesto mínimo global propuesto por la OCDE. Ambos enfoques buscan evitar la evasión y elusión de impuestos en el ámbito digital. La OCDE propone un impuesto mínimo global para empresas multinacionales con ingresos considerables. Colombia, al introducir su propio enfoque, adelanta la implementación de medidas que buscan asegurar que las multinacionales digitales contribuyan equitativamente.
En conclusión, la economía digital presenta desafíos complejos para los sistemas tributarios a nivel global. La adaptación de las leyes fiscales para abordar la naturaleza transfronteriza y digital de las operaciones comerciales es vital importancia para garantizar una tributación equitativa y justa. La comunidad internacional debe continuar colaborando y buscando soluciones que eviten la erosión de la base imponible y la transferencia de beneficios, al tiempo que fomenten la innovación y el crecimiento económico en la era digital.