ARGENTINA
Debemos reconocer las herramientas disponibles en nuestros marcos jurídicos, para desarrollar sinergias y oportunidades que se plasmen en acuerdos de colaboración empresarios, máxime en el marco de la economía del conocimiento, y la aparición de modos de innovación abiertos o basados en redes que permiten esencialmente que empresas aumenten su contribución, el desbordamiento de conocimiento y de oportunidades.
Ernesto Sanguinetti
Las PYME (SME en su sigla en inglés, referenciando a Pequeñas y Medianas Empresas) son un agente clave de la economía. Es necesario crear las condiciones que permitan compartir los beneficios de la apertura de los mercados y del progreso tecnológico.
Diversos estudios concluyen en su rol preponderante en la promoción de un crecimiento económico inclusivo y sostenible, generando empleo decente, promoviendo la industrialización sostenible y fomentando la innovación.
A modo ilustrativo – y sin intención de rigor científico – en Argentina representa más del 65% del empleo, en Chile más del 70%, en Paraguay más del 60%, en Uruguay más del 65% y en Colombia más del 79%, incluyendo en sus mediciones a las microempresas, pero representando en conjunto el sector empleador más importante.
La oportunidad depende esencialmente del desarrollo de este sector, del acceso a recursos estratégicos, como competencias, redes de conocimiento y financiación, y de las inversiones públicas en ámbitos como la educación y la formación, la innovación y las infraestructuras.
En general, se sostienen en el propio ecosistema local, con poco o reducido impacto trasnacional, limitando así sus oportunidades y sinergias posibles.
Pregonar la necesidad de reformas estructurales (empleo, financiación, I+D, etc), no implica omitir la inmediata necesidad de adaptación para prosperar en un entorno más abierto y en este aspecto impulsar acuerdos de colaboración permiten encontrar oportunidades y sinergias.
Los acuerdos de colaboración empresarial son acuerdos que se establecen entre dos o más empresas con el objetivo de trabajar juntas para alcanzar un objetivo común. Estos acuerdos pueden tomar diversas formas, como acuerdos de cooperación, de asociación, de joint venture, de consorcio, entre otros; y todos los marcos normativos permiten su concertación como marco adecuado de la gestión de negocios colaborativos.
Algunos beneficios específicos de estos acuerdos, son: acceso a nuevos mercados, compartir recursos y conocimientos, reducción de riesgos, aumento de la competitividad, sinergias, crecimiento y expansión.
Según un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la colaboración entre empresas genera importantes beneficios en términos de innovación, eficiencia, acceso a nuevos mercados y reducción de riesgos, coincidiendo que estos acuerdos son una estrategia efectiva para mejorar la competitividad y adaptarse a las condiciones del mercado.
Huelga reconocer la integración necesaria, de este sector empresario, en la cadena de valor productiva, con estándares de calidad y eficiencia, que termina definiendo un sistema de empresas en red.
Sin decir, claro esto, el “up grade” de generar acuerdos que permitan modelos de colaboración más amplios tal como los modelo de “cluster”, sustentado en la colaboración entre empresas, universidades, centros de investigación y organismos públicos para fomentar la innovación, la internacionalización y la competitividad.
Debemos reconocer las herramientas disponibles en nuestros marcos jurídicos, para desarrollar sinergias y oportunidades que se plasmen en acuerdos de colaboración empresarios, máxime en el marco de la economía del conocimiento, y la aparición de modos de innovación abiertos o basados en redes que permiten esencialmente que empresas aumenten su contribución, el desbordamiento de conocimiento y de oportunidades.
Ernesto Sanguinetti es Socio Director PASBBA Abogados. Abogado, Especialista en Derecho Laboral, Asesoría de Empresas y Planeamiento Estratégico. Asesor de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Energía y Luminotécnicas (CADIEEL) y de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA)
