El reto para el sector gastronómico no solo será alrededor de descifrar un balance a nivel financiero sin afectar significativamente su operación y calidad de sus productos y servicios.
Con los efectos adversos, producto de las restricciones experimentadas en torno al Covid-19, mermados a niveles casi inexistentes, el 2022 cerró como un año de recuperación galopante para el sector gastronómico en Colombia. Dicha recuperación, reflejada en incrementos de volúmenes en venta y consumo igual o superiores a aquellos previos a la pandemia, hubiese arrojado incluso ingresos superiores para los bares y restaurantes de no haber sido por el contexto inflacionario actual.
El evidente incremento en estructura de costos alrededor de la operación de un establecimiento en el sector gastronómico no solo se está notando en materia de alimentos, su rubro más importante, pues asuntos como servicios y arriendos mantienen una presión constante en los precios alrededor del sector, lo cual afecta en conjunto al margen de operación del negocio. En definitiva, el óptimo y cuidadoso uso de sus recursos será un factor determinante para bares y restaurantes durante su desarrollo en el 2023.
El reto para el sector gastronómico no solo será alrededor de descifrar un balance a nivel financiero sin afectar significativamente su operación y calidad de sus productos y servicios. Lo anterior, dado que dicha búsqueda no puede permitir descuidos o abandonos en temas de vital importancia como son los cumplimientos y debida atención a los deberes legales frente a las distintas partes involucradas en torno a un sector cuyas obligaciones se entiendencomo altamente transversales.
Las obligaciones derivadas de la función de un establecimiento en el sector gastronómico requieren atención incluso hasta en los momentos previos a su nacimiento, pues implica diligencias de registro y autorizaciones ante distintas entidades que abarcan diferentes áreas del derecho. Quien desee emprender en este sector debe inicialmente tramitar asuntos frente a Cámaras de Comercio; DIAN; Entidades Locales, Regionales e Incluso Nacionales del Sector Público, entre otros.
El hecho de efectuar con los requisitos previamente expuestos no implica una culminación en materia de cumplimento legal, pues durante el desarrollo de la operación del bar o restaurante, independientemente del resultado, suelen surgir nuevos asuntos vinculantes legalmente a favor o en contra del establecimiento. Dado el giro ordinario del negocio en el sector gastronómico, la posibilidad de obligarse frente a diversas partes de diferentes áreas resulta en gran medida una condición sine qua non para el crecimiento en este sector.
Durante su operación, los bares y restaurantes pueden verse enfrentados a retos en asuntos tales como: i) laborales, principalmente dada la recurrente y espinosa rotación de empleados o colaboradores; ii) públicos, por la constante necesidad de actualización en cumplimiento a lo requerido por entidades del sector, como ocurre con Secretarías Locales o la SIC y sus disposiciones frente a los menús digitales y cobros por servicio de propina; iii) fiscal, reflejado en temas retenedores como el retorno del impuesto al consumo o la renta de su negocio; iv) de entretenimiento, frente a las Sociedades de Gestión Colectiva como Sayco-Acinpro por derechos de autor.
En asuntos comerciales, la importancia va incluso más allá de las tradicionales obligaciones generadas con socios, aliados, proveedores de insumos, arrendadores, entre otros. Ello, dado el auge de las plataformas tecnológicas como herramientas aliadas en la operación del restaurante o bar, al cubrir asuntos como la compra de insumos, domicilios, reservas, o sistemas de puntos de venta (pos). La proliferación de estas ha llevado a que los establecimientos se expongan en riesgos al deber pactar y cumplir diferentes condiciones y obligaciones para los diversos servicios ofrecidos por las distintas plataformas.
Con seguridad, el 2023 será un año de resistencia para muchos sectores a nivel económico y operacional. Ante dicho panorama, el sector gastronómico centrará sus fuerzas en mantener un margen de ingreso favorable mientras las externalidades inflacionarias se dispersan. En cualquier caso, las obligaciones legales se mantendrán con grados de complejidad proporcionales al crecimiento del negocio. Bajo dicho escenario, asesorías legales recibidas por expertos que de manera integral conozcan los aspectos de operación del sector, serán factores fundamentales en ahorro de costos y gestión para el aporte de la supervivencia orgánica desde esta perspectiva.
Muy interesante este articulo, nos deja muy en claro que sera un reto para aquellos que tiene el negocio de bares, restaurantes, etc. Libraran una batalla con toda la infraextructura fiscal que conlleva a manejar un negocio en Colombia. Son muchos los impuestos que impone el estado Colombiana para hacer empresa.