«Más que trabajar en un protocolo de familia, el cual también resulta importante, se debe trabajar entorno a los miembros de la familia, a sus necesidades y fortalezas particulares y a lo que su conocimiento y preparación puede aportar a un propósito común como lo es el crecimiento de la empresa».
El concepto de empresa familiar se ha ido arraigando con mayor fuerza durante las últimas décadas, lo que ha llevado a que se estructuren, desarrollen y estudien diferentes mecanismos que permitan que exista un equilibrio entre la parte afectiva y la parte empresarial.
Se ha definido a la empresa de familia como aquella organización de capital privado cuya composición accionaria está dada por miembros de una familia y que además comparten valores y fundamentos que influencian el manejo y control de la empresa.
Entendiendo que las relaciones humanas están dotadas de sentimientos y de cara a que, en las empresas familiares, muchas veces es difícil separar estos de los negocios. La doctrina ha desarrollado varios puntos clave para el éxito de una familia empresaria.
En primer lugar, es importante que existan mecanismos de gobierno familiar, tales como, asambleas de familia, consejos de familia y protocolos de familia, cuya finalidad es prever, mediar y regular los procedimientos sobre los conflictos o futuros conflictos que se puedan presentar en las relaciones familiares. Sobre el particular, se debe tener en cuenta que, deben ser cambiantes y ajustarse a las diversas realidades que se crean en la empresa de acuerdo con cada una de las generaciones.
Por otro lado, no solo los mecanismos de gobierno familiar cobran importancia dentro de las familias empresarias, algunos puntos clave son:
1. Educar a las generaciones futuras, no solamente para que trabajen en la empresa, sino para que el espíritu emprendedor de la generación fundadora trascienda. Esto es lo que han llamado trabajar con el espíritu de legado.
2. Permitir que la empresa sea dirigida por varios lideres que aporten y diversifiquen la gestión, es decir, que no todas las decisiones dependan de una sola persona.
3. Lograr un equilibrio entre la relación familiar y la empresarial. Ser conscientes que, no se pueden mezclar situaciones, pues esto no va a permitir el crecimiento del negocio y va a deteriorar las relaciones intrafamiliares.
Por lo que se deben crear reglas, espacios y figuras diferentes para resolver cada una de las situaciones que se presenten en cada uno de los ámbitos y dejarlo claro desde un principio.
4. Permitir la transformación de la empresa, cambiar y adaptarse a las nuevas realidades, sin que se pierda la esencia del negocio.
5. Finalmente, crear canales efectivos de comunicación y generar el hábito para que esta sea constructiva, lograr que la brecha que pueda existir entre antiguas y nuevas generaciones se acorte a través de estos.
En conclusión, más que trabajar en un protocolo de familia, el cual también resulta importante, se debe trabajar entorno a los miembros de la familia, a sus necesidades y fortalezas particulares y a lo que su conocimiento y preparación puede aportar a un propósito común como lo es el crecimiento de la empresa, teniendo siempre como base la unidad familiar, la sanidad empresarial, continuidad generacional y la preservación del patrimonio familiar.
Muy interesante, yo creo que hay que acomodarse, y sobre todo cuando en nuestras generacionea.precedentes el rol del papá era el preponderante.
Hay que aprender a liberar los roles y repetar la expwriencia y el liderazgo.
Mil felicidades