El diseño ya hace parte de nuestro mundo profesional, utilicemos esto como una nueva ventaja competitiva, que nos ayudará a hacer más fácil las vidas de nuestros clientes y aliados.
Jordan Rojas
Legal en Brumo
El mundo del derecho cada vez es más amplio, y las tecnologías que, entraron al mercado sin pedir permiso, generaron cambios importantes para nuestras vidas.
Esto, abrió la puerta para aplicar estrategias diferentes que permitieran a las empresas, incluyendo a las del sector legal, adecuarse mejor a estos cambios, dando paso incluso, a rediseñar nuestros productos y servicios.
Para el sector legal, se impulsó la incursión del diseño para nuestros servicios y productos, esto gracias al ‘design thinking’.
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¿Qué es el Design Thinking y cómo encaja en el Derecho?
El Design Thinking es un método utilizado para generar ideas innovadoras y creativas. Se busca mejorar la experiencia del usuario de x o y producto/servicio. Permite traer conceptos del diseño a cualquier área de negocio, sin excluir de ninguna manera, al sector legal.
El Legal Design, que vendría a ser una rama del Design Thinking, encaja a la perfección en el mundo legal, porque nos permite rediseñar los típicos textos largos, complicados y aburridos en una experiencia completamente diferente que pretende incluso, mejorar la relación que tienen nuestros clientes con los suyos, modernizando el proceso de contratación o cualquier otro donde exista un documento hecho por un abogado, llegando a impactar en los procesos de retención y fidelización de clientes.
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Este método puede ser aplicado a diversos documentos legales, como Acuerdos de Confidencialidad, Contratos Laborales, Contratos de Arrendamiento (Vivienda o Comercial), Promesas de Compraventa, Escrituras Públicas, Títulos Valores/Ejecutivos, entre otros.
Para que lo podamos implementar exitosamente, necesitamos analizar cada contrato o documento que se va a rediseñar, desde la perspectiva de los riegos, estudiar a quienes van a participar en la vida y muerte del documento, desarmar el contrato cláusula por cláusula y reestructurarlo de manera tal que utilice la narrativa a favor del entendimiento del contrato y no de la litigiosidad del mismo.
Entonces vemos cómo resulta necesario estudiar todo el contexto del contrato que vamos a rediseñar resolviendo preguntas como: ¿Quiénes intervendrán en este negocio? ¿Son abogados? ¿Quién revisará este contrato? ¿Qué riesgos representa el contrato?, y todas aquellas que consideren pertinentes. A su vez es importante saber qué herramientas nos sirven para poder ejecutar toda esta nueva dinámica, la importancia de los flujos de trabajo, entre otros.
El Legal Design nos permite crear indicadores para medir nuestro trabajo, nuestros resultados, satisfacción, entre otros. El diseño ya hace parte de nuestro mundo profesional, utilicemos esto como una nueva ventaja competitiva, que nos ayudará a hacer más fácil las vidas de nuestros clientes y aliados.
Jordan es Abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, Conciliador en Derecho y Especialista en Innovación Legal de la Universidad Externado de Colombia. Se desempeña como CEO de BRUMO y Head of Automation para Redek.co. Es experto en asuntos corporativos, innovación para el sector legal, resolución de conflictos (ADR y ODR) enfocado en la prevención y en Automatización de Procesos y Documentos Legales. Es impulsor de tendencias para el nuevo ejercicio del derecho en redes sociales.
¡Super, Jordan! Qué bueno que lo expliques y podamos acceder a ello, definitivamente el ámbito legal debe estar de cara a la incorporación en la innovación y las nuevas tecnologías, sin olvidar a quienes quedan en el rezago por la brecha digital.