Nicolás Jaramillo Pineda
Esp. Derecho Financiero y del Mercado de Valores U. Javeriana_ CMS Rodríguez Azuero
y del Mercado de Valores U. Javeriana_
CMS Rodríguez Azuero
Desde hace algunos años el sistema financiero ha venido experimentando modificaciones impulsadas por el desarrollo de la tecnología. Aunque la relación entre los servicios financieros y la tecnología es de vieja data, en los últimos años se ha acentuado y ha permeado la forma en que estos se prestan y ofrecen a los consumidores. Lo anterior ha conducido a que las autoridades, con el propósito de incentivar la innovación financiera pero sin descuidar la protección de los consumidores y la estabilidad del sistema, hayan estructurado un mecanismo que permita ofrecer, bajo ciertas condiciones especiales, novedosos productos y servicios financieros. Este mecanismo ha sido denominado como “espacio controlado de prueba”, cuyo marco normativo está contenido en el Decreto 1234 de 2020 y la Circular Externa 016 de 2021 de la Superintendencia Financiera de Colombia.
Tradicionalmente la prestación de productos y servicios financieros ha estado restringida para aquellas compañías que acrediten el cumplimiento de estrictos requerimientos regulatorios. Pese a que dicha limitación está sustentada por múltiples razones, no es menos cierto que el marco regulatorio ha sido un impedimento para que compañías de base tecnológica puedan ofrecer este tipo de productos y servicios. Y es justamente por esto por lo que el espacio controlado de prueba es tan relevante; pues permite que, sin acreditar el cumplimiento del 100% de los requisitos, este tipo de compañías puedan ofrecer productos y servicios financieros.
Las ventajas que ofrece el espacio controlado de prueba son numerosas y se predican respecto de todos los actores del sistema. No es el objeto de este artículo mencionarlas todas al detalle, por lo que nos referiremos a las que consideramos de mayor relevancia. Así, en relación con las compañías de base tecnológica, quizá la más importante es que pueden operar sin la necesidad de cumplir con la totalidad del complejo marco regulatorio que regula la actividad financiera. En cuanto a las tradicionales instituciones financieras, el espacio les permite probar desarrollos tecnológicos para operaciones que no son propias de su licencia. Frente a los consumidores financieros, les habilita la posibilidad de contar con una amplia gama de productos y servicios y con ello adquirir el que mejor satisfaga sus necesidades. Finalmente, en lo concerniente a la Superintendencia Financiera de Colombia y al mercado en general, el espacio impulsa la competencia, fomenta la adopción de mejoras regulatorias y le brinda a la Superintendencia Financiera de Colombia una herramienta para conocer al detalle las tecnologías que guiarán las actividades del sistema financiero.
En conclusión, el espacio controlado de prueba se debe aprovechar para promover la innovación y la digitalización del sistema financiero colombiano. Ello por cuanto que, de manera ordenada y con base en un conjunto de normas, procedimientos, condiciones y requisitos, se estructura como un equilibrio entre la innovación y la conservación de la estabilidad financiera.
Nicolás Jaramillo Pineda_ Abogado de la Universidad del Rosario. Especialista en Derecho Financiero y del Mercado de Valores de la Universidad Javeriana y asociado Intermedio en CMS Rodríguez Azuero