Precios de energía por los cielos y nivel de embalses en mínimos históricos prenden alarmas.
En Colombia la disminución del recurso hídrico implica la reducción de la oferta eléctrica, conllevando a una consecuente dependencia de la generación térmica, que es más costosa y tiene menor capacidad instalada que la generación hidroeléctrica. A su vez, las altas temperaturas provocadas por el fenómeno de El Niño ocasionan un aumento de la demanda debido al incremento en el uso de sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Esto deviene en un riesgo de atención a la demanda eléctrica y a un aumento en el precio de la energía. ¿Cuáles son algunas de las medidas que se han tomado para evitar el temido apagón?
- Para aumentar la capacidad de generación, durante 6 meses la CREG permitió el aumento de plantas que no participan en el despacho de energía eléctrica diario como los autogeneradores. Se permitió celebrar contratos de venta de excedentes pactando libremente el precio de venta de la energía. Se busca viabilizar precios más beneficiosos que los de la bolsa para atender a la demanda regulada. Para ello, la UPME flexibilizó el procedimiento para solicitar nueva capacidad de transporte de energía y ampliar la existente.
- Para disminuir la exposición al precio de bolsa a la que se enfrenta la demanda regulada y cubrir el suminsitro, la CREG flexibilizó transitoriamente las reglas de los procesos de compras de energía centralizadas a través de convocatorias públicas para la celebración de contratos bilaterales con precios más estables, y permitió la contratación directa de cantidades de energía no comprometidas en contratos previamente celebrados.
- Para garantizar la confiabilidad del suministro eléctrico interna, hasta el 31 de julio de 2024 se estableció que las exportaciones de energía se realizarían haciendo uso de generación térmica con combustibles líquidos y plantas que participan en el despacho central y diario de energía, cuyos recursos de generación no se requirieran para atender la demanda interna.
- Para lograr un aumento de participación de generación térmica, se fijará por el MME de cantidad de energía térmica de referencia mínima a programar diariamente hasta el 30 de abril de 2024.
Algunas de estas medidas implican correcciones al mercado que deberían analizarse para el largo plazo y no solo de manera temporal. Además, en opinión de algunos expertos, se han tomado tardíamente; el recurso hídrico no se recuperará sino hasta mayo próximo y los ahorros y medidas debieron hacerse con mucha mayor antelación.
En marzo, los aportes de los embalses alcanzaron un mínimo histórico en los últimos 40 años que parece será superado en abril. Las centrales eléctricas están operando a tope de su capacidad; son los combustibles fósiles los que han garantizado el suministro de energía en Colombia. Los mismos cuya disponibilidad en el mediano y largo plazo se quieren importar.
La discusión sobre un apagón resulta relevante cuando, de apagarnos, el riesgo de intervención se asoma. Si bien los esfuerzos de ahorro que pueda hacer la demanda pueden ser valiosos, incluyendo del agua que consumimos, lo cierto es que ¡a la política pública le cogió la noche!
Mónica es abogada con más de 12 años de experiencia asesorando proyectos y empresas en el sector energético, en los subsectores gas y energía eléctrica en asuntos de regulación económica, servicios públicos, corporativos, societarios y contractuales. Actualmente desempeña su práctica como Counsel del área de Energía & Cambio Climático en CMS Rodríguez-Azuero.