«Más de 5,000 palestinos han perdido la vida, incluyendo a más de 1,100 mujeres y 2,000 niños, así como periodistas, trabajadores médicos y socorristas. Lo que configura según algunos expertos de la ONU, como una limpieza étnica. El respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario debe prevalecer en esta situación, ya que incluso en tiempos de guerra existen reglas.»
El conflicto israelí-palestino es una disputa de larga data que involucra a dos grupos étnicos y nacionales, los israelíes y los palestinos, quienes reclaman derechos sobre la misma tierra. Este conflicto se originó en el siglo XX, con raíces históricas, religiosas y políticas profundamente arraigadas. La creación del Estado de Israel en 1948 marcó un punto de inflexión en el conflicto, desencadenando décadas de tensiones, guerras y disputas territoriales. Los temas centrales del conflicto incluyen la soberanía sobre Jerusalén, la delimitación de las fronteras, el derecho de retorno de los refugiados palestinos y la seguridad de ambas partes. A pesar de los esfuerzos internacionales por lograr una solución pacífica, el conflicto israelí-palestino sigue siendo uno de los problemas más complejos y duraderos en la política global.
Por otro lado, Israel ha mantenido completamente bloqueada la Franja de Gaza y Cisjordania del mundo exterior durante varios años, y esta situación se ha agravado en las últimas semanas. Desde 2004, la Corte Internacional de Justicia ha emitido una opinión consultiva que establece que Israel ha ejercido una ocupación ilegal en el territorio palestino, violando el derecho del pueblo palestino a su autodeterminación. En el marco de esta ocupación, de acuerdo con el informe de la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, ha habido restricciones en la movilidad, limitaciones en el acceso a los recursos naturales y leyes que favorecen la expropiación discriminatoria, lo que ha llevado a la apropiación de propiedades palestinas. En otras palabras, Israel controla todo lo que entra y sale de Palestina.
El 7 de octubre de 2023, respaldados por un intenso bombardeo de cohetes, militantes de Hamas lanzaron un ataque sorpresa sin precedentes desde la bloqueada Franja de Gaza hacia localidades israelíes cercanas durante un importante festivo judío. En el curso de esta acción, perdieron la vida varias personas y otras fueron secuestradas. Israel, sorprendido por la magnitud del ataque, respondió con una serie de ataques aéreos en Gaza, y su primer ministro declaró que el país se encuentra ahora en un estado de guerra con Hamas, comprometiéndose a imponer un castigo «sin precedentes».
Sin embargo, desde el 7 de octubre, Israel ha iniciado una serie de ataques masivos hacia la población palestina bajo el argumento de la «legítima defensa». El Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas permite el derecho a la legítima defensa. De acuerdo con el derecho internacional, la defensa debe ser necesaria, proporcional e inmediata. En este sentido, los ataques por parte de Israel han sido completamente desproporcionados hacia la población palestina. Además, la gran mayoría de las agresiones por parte de Israel no han respetado el derecho internacional humanitario, al no distinguir entre combatientes y civiles. Estos hechos son sumamente preocupantes.
El Secretario General de las Naciones Unidas ha descrito el impacto devastador de los continuos ataques aéreos de Israel, con el Ministerio de Salud de Gaza informando que más de 5,000 palestinos han perdido la vida, incluyendo a más de 1,100 mujeres y 2,000 niños, así como periodistas, trabajadores médicos y socorristas. Lo que configura según algunos expertos de la ONU, como una limpieza étnica. Las Naciones Unidas han hecho un llamado a Israel para el cese al fuego. A su vez, varios Estados han respaldado a Israel, argumentando que tiene derecho a la «legítima defensa», independientemente de la cantidad de civiles atrapados en el conflicto entre Hamas e Israel. El respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario debe prevalecer en esta situación, ya que incluso en tiempos de guerra existen reglas.
Natalia Venegas Arango es Abogada e internacionalista bilingüe de la Universidad del Rosario, con énfasis en seguridad, paz y conflicto. Con experiencia en Derecho Internacional Público, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. Amplio interés en derechos humanos, derecho internacional humanitario y derecho internacional.