La estrategia legal debe armonizarse con la protección de la reputación de las compañías.
En los últimos meses, la defensa de la propiedad intelectual en Colombia ha sido un tema frecuente en las noticias. Las famosas cartas de reclamo enviadas, por Apple Inc. y la Federación Colombiana de Fútbol, en contra de influenciadores han acaparado páginas de prensa y la discusión en redes sociales. Cuando vi esta reacción de la comunidad quedé perplejo, pues las cartas de reclamo suelen ser poco interesantes para el público.
Normalmente, las cease & desist letters buscan la solución extrajudicial a una controversia, para evitar el desgaste económico y el alea que implica llevar un caso ante un juez. Así, estos documentos suelen informar a la contraparte los hechos objeto de controversia, las normas presuntamente infringidas, las consecuencias de la infracción y una fórmula de arreglo, la cual se debe cumplir en un corto periodo de tiempo. Esta estructura puede ser percibida como amenazante, pues el mensaje que transmite es que si el destinatario no cumple con una serie de acciones puede ser objeto de una demanda. No obstante, no quiero ser malinterpretado, este mecanismo ha mostrado su efectividad durante los años y es una herramienta valiosa que empleamos los abogados para defender los intereses de nuestros clientes.
Al ver el impacto mediático y, en algunos casos negativo, que tienen este tipo de cartas, vale la pena pensar en rediseñarlas. Si nos ponemos en el lugar del espectador, estas reclamaciones son percibidas como el abrebocas de una lucha entre David y Goliath, una gran empresa atacando a un pequeño empresario ingenuo. Esto precisamente es lo que se debe evitar, porque el ejercicio legal de un derecho no debería impactar la reputación del reclamante, en últimas este es la verdadera víctima.
Volviendo a los casos mencionados en la introducción, creo que hay lecciones valiosas. En primer lugar, en la era de las redes sociales no es suficiente con tener la razón desde el punto de vista legal, hay que convencer al público de que el reclamo es justificado. Adicionalmente, durante la fase de diseño de las reclamaciones judiciales tiene que existir un componente de relaciones públicas, la estrategia legal debe armonizarse con la protección de la reputación de las compañías.
Estoy convencido que la carta de reclamo no tiene que desaparecer, pero sí debe refinarse. En mi opinión, estas comunicaciones deben ser a prueba de redes sociales, es decir, su redacción debe estar pensada para que se filtren a la opinión pública. Es por lo anterior, que estimo fundamental contar una historia con la que las personas puedan empatizar, usar un lenguaje sencillo, pero contundente y sobre todo entender muy bien a quién va dirigida la comunicación. No es lo mismo, solicitar a una multinacional que cese el uso de una marca, que hacer este reproche a un pequeño emprendedor.
Adoptando estas consideraciones estaremos más cerca de mercados jurídicos más desarrollados, como el norteamericano, en donde surgió la famosa, y tal vez mítica, carta de reclamo de Netflix a un pop up bar que recreaba la serie Stranger Things.
Juan Sebastián González Restrepo es Abogado con más de 8 años de experiencia en litigios y asesoría en propiedad intelectual y competencia desleal. Estudio su pregarado en la Universidad de los Andes y cuenta con una especialización en legislación financiera y maestría en derecho privado de la misma universidad, Actualmente cursa una especialización en derecho procesal civil en la Universidad Externado de Colombia y trabaja como abogado asociado en Posse Herrera Ruiz.