La redacción de la reforma laboral no es la más afortunada, perjudicando a los emprendedores y las Mipymes.
Uno de los grandes retos de la reforma laboral es romper con la clásica formalidad laboral en Colombia para que nuestra legislación evolucione y se adapte a las tendencias de un mundo globalizado. Sin embargo, evolucionar no es tarea sencilla y llevar nuestro derecho laboral a las tendencias del siglo XXI tampoco lo es.
Con la radicación de la reforma laboral, tuvimos una oportunidad de oro para cambiar esos paradigmas tradicionales del derecho laboral y que las relaciones laborales en Colombia se vuelven más eficientes y competitivas de cara a otros países de la región, por no compararnos con otros países más desarrollados. Desafortunadamente, la redacción de la reforma laboral no es la más afortunada, cuyas propuestas pueden perjudicar principalmente a los emprendedores y las Mipymes.
En varios escenarios he propuesto que, para llegar a un derecho laboral moderno y adaptado a muchas de las tendencias del siglo XXI, lo que deberíamos pensar es cómo simplificamos las normas laborales, que son la primera barrera que enfrentan los inversionistas locales y extranjeros. Sin embargo, la reforma laboral limita la flexibilidad en las modalidades de contratación del personal, aumenta el costo laboral y restringe la flexibilidad para que las personas presten servicios en plataformas digitales.
Uno de los aspectos que más preocupa es la falta de claridad en la redacción de la reforma laboral. Si bien hay bastantes análisis financieros del aumento del costo laboral y tablas de indemnización por terminación del contrato de trabajo, unos de los aspectos que a mí más me llama la atención es que las estabilidades laborales reforzadas no son taxativas, lo que abre la puerta a que se desarrollen más fueros de los que hoy existen. Esto, sin duda, traerá como consecuencia mayor incertidumbre jurídica y un aumento significativo en demandas laborales y acciones de tutela, lo que a su vez es una mayor inversión para los empresarios que deben atender estos requerimientos.
Adicionalmente, carece la reforma laboral de un análisis y propuestas para entender que cada empresario tiene una capacidad económica diferente. Ni el Código Sustantivo del Trabajo, ni la reforma laboral, hacen distinción alguna a la hora de imponer las cargas laborales. Una de las grandes propuestas de la reforma laboral que necesita el país es imponer cargas y obligaciones diferenciales para las Mipymes sobre las que tienen las grandes empresas del país.
Rafael Abuchaibe ingresó a la firma Lloreda Camacho & Co en 2015 y trabaja como Asociado Sénior y líder de los Departamento de Derecho Laboral y Asuntos Migratorios. Abogado de la Universidad del Norte, Especialista en Derecho Laboral y de la Seguridad Social de la Universidad del Rosario y candidato a Magister en Gestión Humana y Desarrollo Organizacional de la Universidad Externado de Colombia. Rafael tiene una amplia experiencia en el manejo de problemas laborales que surgen de fusiones, adquisiciones, escisiones, ventas y liquidación de empresas en Colombia. Él ha participado en importantes negociaciones laborales que incluyen proyectos de debida diligencia, procesos de reestructuración laboral y planes de retiro, litigios laborales y consultoría para los principales grupos empresariales del país. Una de las fortalezas de Rafael es su experiencia en normas de seguridad y salud en el trabajo. Esto le permite brindar estrategias y recomendaciones para que los clientes siempre cumplan con los estándares de calidad.