El derecho, en esencia, es dinámico y necesario para industrias que son el presente y serán, cada vez con más fuerza, el futuro en una sociedad que se “tecnologiza” a pasos agigantados.
La primera vez que escuché hablar de colocation, me sonó un término un tanto extraño. Difícil de traducir, por lo demás, aun cuando “colocación”, en la práctica, aparentemente parecía funcionar. Cuando me lo explicaron por primera vez, de manera gráfica, lo entendí un poco más. Un año después de haber empezado a trabajar en una industria fascinante, como lo es la industria de la tecnología, me he familiarizado con este, al punto que, sin dubitación, puedo afirmar que estamos ante el presente y el futuro de un servicio que marca y marcará la pauta en el devenir de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
A todas estas, ¿qué es el colocation y cómo se relaciona con el derecho? Acá vamos, intentando ser lo más gráfico posible, como lo fueron conmigo aquella primera vez. Colocation for lawyers, como me gusta llamarlo.
Imagínese una gran casa. Una con muchos cuartos y una serie de controles de acceso para acceder a cada uno de estos. Entre cinco y siete. Torniquetes, luces LED, puertas de seguridad. En cada uno de estos cuartos, lockers o gavetas enormes, llenas de aparatos con muchos cables. Todo a una temperatura perfecta.
En los cuartos, la prohibición de consumir alimentos o bebidas es extrema. El propietario de la casa, en sí, no conoce a ciencia cierta qué información se almacena dentro de los aparatos y simplemente pone a disposición del señor y dueño de los aparatos, la infraestructura dispuesta para que puedan operar de manera óptima, sin interrupciones y con los más altos estándares de servicio, seguridad y calidad.
La operación, 24x7x365, por lo demás, hace que sea un servicio esencial, pero, ante todo, uno que me ha dado a entender que el derecho está en todas las industrias, en todas las actividades y en el día a día de, inclusive, lugares aun inimaginados. En resumidas cuentas; la pregunta ha de ser ¿y dónde está el derecho en el servicio de colocation?
Lo está en la totalidad de sus esferas, sería mi respuesta. Y lo está porque, aun cuando tiende a ser un negocio más de corte inmobiliario que cualquier otra cosa, los contratos, los servicios y el mismo ingreso de los equipos a esa gran casa deben pasar por una minuciosa revisión jurídica. Cláusulas de responsabilidad, protección de datos, seguridad, manejo del espacio y términos de salida hacen parte del día a día de la negociación contractual que, a diario, experimentamos en, como dije, una industria que se vuelca en nada diferente a ser maravillosa. Es, el presente y el futuro.
Aprender de colocation, de áreas blancas, de UPS, de racks (nombre técnico de esos grandes lockers), de data centers (nombre técnico de la casa en sí), de infraestructura dispuesta, niveles de servicio, disponibilidad, setup y agenda de mantenimiento, entre muchos otros y muchos de los cuales me sirvo a escribir en inglés, especialmente porque la traducción literal al español reviste de bemoles diferenciales en una actividad absolutamente técnica, ha reafirmado en mí una noción que, desde la Universidad, me di en la tarea de visionar: que el derecho, aun cuando se liga a las normas jurídicas, es mucho más allá que eso. El derecho, en esencia, es dinámico y necesario para industrias que son el presente y serán, cada vez con más fuerza, el futuro en una sociedad que se “tecnologiza” a pasos agigantados.