Eduardo Delgado Restrepo
Recientemente los activos digitales han tomado protagonismo dada su increíble valorización en el último año. Por consiguiente, debemos estar al tanto sobre las diversas directrices que dan las entidades internacionales para su correcto manejo legal y una supervisión adecuada.
El GAFI ha emitido una serie de directrices encaminadas a alertar y prevenir el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo a través del uso de activos digitales; los cuales debemos tener presentes a la hora de analizar transacciones económicas.
No obstante a ello, algunas de éstas ya vienen siendo manejadas en entornos económicos bancarios tradicionales, por lo que simplemente son ajustadas a estos nuevos entornos. Ejemplo de ello es el smurfing o pitufeo.
Por ello, me gustaría rescatar en especial las siguientes que son alertas más propias de la industria de activos digitales.
- En primer lugar, se considera una señal de alerta, el hecho de cambiar una moneda que está en una blockchain pública, por una que tenga mayor privacidad o anonimato, dificultando así la rastreabilidad del dinero.
- Enviar recursos económicos a exchanges ubicados en jurisdicciones no cooperantes o con normatividades débiles.
- Usuarios que tienen edades avanzadas y que no corresponden con el perfil de usuarios tecnológicos, al ser posiblemente instrumentalizados en las transacciones económicas.
- El uso de varias cuentas ligadas a la misma dirección IP, y el envío de recursos económicos entre las cuentas relacionadas.
- El uso de billeteras descentralizadas no alojadas propiamente en la red.
Particularmente, las directrices van a recaer especialmente sobre los intercambios o como son llamados allí, Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (VASP). Pero el quinto, no es claro cómo podría ser controlado, ya que al ser una cartera ajena a la red y por ende descentralizada la supervisión se dificulta bastante y no podría un intercambio ejercer propiamente la vigilancia sobre la cartera; sino sobre las operaciones relacionadas con esa cartera; pues será conveniente analizar las transacciones de intercambio en aras de determinar si en conjunto con otras señales de alerta generan alguna alarma que deba alertar a las autoridades. Razón por la cual, se deberá hacer un seguimiento permanente a todas las operaciones con el fin de evitar cualquier posible actividad ilícita.
Si bien estamos ante una industria naciente y con gran potencial económico, ésta no escapa a las regulaciones, las cuales se irán ajustando a su realidad tecnológica y por consiguiente deberá haber un acompañamiento tanto a profesionales, como industriales en aras de generar un entorno transparente.