Camila Abella Gutiérrez
El siglo XXI sin duda ha sido una época representada por la tecnología, la innovación, y por supuesto, la moda. Esta última, siendo una de las industrias más informales, ha apostado por ser parte de cambios revolucionarios. Lo anterior se ejemplifica en su considerable aporte al PIB de cada país y, con ello, su impacto significativo en la economía mundial.
Es por lo anterior que, el Derecho de la moda (Fashion law) cobra una gran importancia, no solo en el desarrollo de la industria colombiana, si no también en su formalización. El Fashion law es un campo especializado del derecho que comprende y abarca todos los asuntos legales de la industria de la moda, por lo que estará presente desde la idea inicial del proyecto de moda, hasta su materialización y entrega final al consumidor.
Así, en esta cadena de producción influyen diferentes aspectos legales abordados por el Fashion Law, como el nombre o logo elegido para dar a conocer mi marca, el cual debe ser objeto de registro para poder alegar su protección, o las patentes que se puedan otorgar al proceso de elaboración de mis productos.
Por otro lado, está la protección de las obras o diseños de los cuales se derivan los derechos de autor de los creativos (por ejemplo bocetos y patrones de prendas o de joyería), los temas contractuales que surgen con los proveedores y distribuidores y la estructura empresarial del proyecto. En ese mismo sentido, tenemos que hablar de la importancia de los mercados de venta en los que incluimos los “e-commerce” y las diferentes plataformas como Amazon o Farfetch e incluso, pero no menos importantes, las redes sociales.
Para poder acceder a estos mecanismos de venta, el creativo debe cumplir con las exigencias mínimas que la Ley de protección al consumidor[1] establece para las ventas “no tradicionales o a distancia”, en las cuales el consumidor no puede, de forma presencial, tomar una decisión informada sobre el producto o servicio que pretende adquirir. En aplicación de esta Ley de protección al consumidor, será responsable el vendedor, en este caso el creativo, e incluso el proveedor de los productos o servicios, quienes deben proporcionar al consumidor, información completa, veraz y oportuna, para no inducirlo a error o engaño respecto del producto o servicio adquirido.
En ese mismo sentido, también se debe hablar de la publicidad del producto, las fotografías tomadas para sus campañas, los influencers contratados como embajadores y demás aspectos en los cuales esta presente el Fashion Law, no solo en la aplicación de las normas referentes a su uso y prohibiciones, si no también en los acuerdos que median en estas relaciones contractuales. Por ultimo, el consumidor de moda requiere poder confiar en la marca que incluye en su oferta elementos formales, derivados de la protección legal que le brinda el Fashion Law.
Si eres un creativo que ha iniciado o pretende iniciar un proyecto en esta industria, aconsejo asesorarte de un abogado experto en moda que te ayude a consolidar tú proyecto y tus relaciones contractuales, protegiendo tus intereses y los de tus consumidores.
Camila Abella Gutiérrez_ es abogada asociada en la firma Rincón Cuéllar & Asociados. También es cofundadora de la primera plataforma legal de derecho de la moda «Guía legal de la moda». Como abogada tiene amplia experiencia en áreas como industrias creativas, derecho del consumo, e-commerce y propiedad intelectual.