Una franquicia bien estructurada puede ser una herramienta efectiva para crecer en el mercado.
Las franquicias en Colombia se han consolidado como una alternativa altamente atractiva para los emprendedores, pues permiten expandir un negocio y posicionar una marca sin necesidad de invertir directamente en la formación de nuevos establecimientos ni asumir gastos de personal, mobiliario, inventarios, entre otros.
En Colombia, el contrato de franquicia se considera un negocio jurídico atípico y de colaboración empresarial. A través de este, el franquiciante concede el uso de su propiedad intelectual y su modelo de negocio a otros franquiciados, a cambio de una remuneración directa o indirecta que puede reflejarse en un precio de entrada y/o en el pago de regalías.
Aun así, aunque el modelo de franquicia es muy popular, lo cierto es que se trata de una operación compleja que, si no se realiza de forma adecuada, lo más probable es que fracase. Por lo anterior, a continuación, expondremos cuáles son los pasos que deberían seguir las partes antes de firmar un contrato de franquicia. Veamos:
1. Acercamientos preliminares
Aunque en Colombia no existe la obligación de preparar el Franchise Disclosure Document (FDD) que se exige en otros países, es usual que los franquiciantes preparen un documento informativo o proyecto de negocio jurídico previo como estándar de transparencia.
Este documento suele contener información relevante de la franquicia, como:
- Identificación del franquiciante y sus afiliados;
• Experiencia en el mercado;
• Cuotas de entrada e inversiones iniciales estimadas;
• Obligaciones generales del franquiciante y del franquiciado;
• Territorio y mercados en los que la franquicia tiene presencia;
• Uso de marcas registradas, otros derechos de propiedad intelectual y, en general, los activos más relevantes de la franquicia, etc.
Conocer esta información es fundamental para garantizar el deber de información, ya que sirve como marco de referencia para que los interesados en abrir una franquicia en Colombia puedan entender las condiciones esenciales del negocio y avanzar en esta primera etapa de acercamientos con el franquiciante.
2. Documentos precontractuales
Luego de los acercamientos preliminares, es recomendable que las partes interesadas en el negocio firmen una carta de intención, un acuerdo de confidencialidad y/o un memorando de entendimiento. Estos documentos básicamente contienen la voluntad de las partes de iniciar una negociación, pero respetando deberes inherentes a cualquier negocio, como obrar de buena fe y mantener en reserva la información compartida por cada parte.
Vale la pena anotar que, aunque aún no se haya firmado un contrato definitivo, las partes probablemente han invertido tiempo, dinero y trabajo en avanzar hacia un posible acuerdo. Por ello, si una de las partes solo busca acceder a información reservada sin actuar con el mismo interés, lo más probable es que deba indemnizar los perjuicios causados a la parte que sí tenía una expectativa legítima de celebrar un contrato.
En este sentido, los documentos precontractuales pueden cumplir la función de establecer sanciones en caso de incumplimiento o actuaciones de mala fe.
3. Due diligence
En esta etapa, es importante que ambas partes realicen un proceso de due diligence legal y financiera para evaluar la capacidad jurídica, técnica y económica de la otra parte.
Por parte del franquiciado, esta etapa permite entender en detalle el modelo de negocio, la inversión total requerida, las ventas presentes y proyectadas, la capacidad competitiva, la experiencia del franquiciante, el reconocimiento de la marca y la capacidad técnica para prestar asistencia adecuada y oportuna, entre otros aspectos que considere relevante.
Por parte del franquiciante, resulta clave entender la experiencia del interesado en la franquicia, su conocimiento sobre el formato de franquicia, del mercado en general y del territorio en particular, así como su situación financiera para asumir la inversión inicial de equipos, mobiliario, adecuación del local, recursos humanos, entre otros recursos necesarios.
En ambos escenarios, es deber de las partes entregar información suficiente que le permita a la otra parte entender los pormenores del negocio y tomar una decisión consciente que encaje con la viabilidad y el éxito de la franquicia.
4. Negociación
Si bien los contratos de franquicia suelen estar sujetos a reglas y estándares uniformes definidos por el franquiciante, lo cierto es que existen aspectos que pueden ser objeto de discusión. Como señala Juan Carlos Botero, entre estos se encuentran las regalías por franquicia, el territorio de operación, el plazo de apertura y, en general, aquellas cláusulas que no necesariamente corresponden a los estándares del modelo de negocio, sino que dependen de las particularidades de la relación entre las partes.
Al tratarse de un contrato de colaboración pensado para mantenerse en el tiempo, la mejor recomendación es buscar un acuerdo que sea sostenible a largo plazo y que genere rentabilidad para ambas partes.
5. Preparación de los documentos y firma del contrato
Aunque en Colombia el contrato de franquicia es atípico y no se exige una formalidad específica para su perfeccionamiento, se recomienda que siempre conste por escrito. Esto brinda mayor seguridad jurídica entre las partes y constituye una prueba clara sobre los derechos y obligaciones de las partes.
Además, dado que un elemento esencial del contrato es conceder el uso de las marcas registradas y otros derechos de propiedad intelectual, la normatividad colombiana exige que esta licencia se otorgue por escrito y se registre ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Conclusión
Una franquicia en Colombia bien estructurada puede ser una herramienta efectiva para crecer en el mercado; sin embargo, implica cumplir con pasos legales y prácticos que garantizan seguridad para ambas partes. Desde los acercamientos preliminares hasta la firma del contrato, cada etapa requiere atención cuidadosa para evitar riesgos y asegurar la viabilidad del negocio para las partes involucradas.
Preguntas frecuentes sobre franquicias en Colombia (FAQ)
¿Cuánto cuesta abrir una franquicia en Colombia en 2025?
El costo de abrir una franquicia varía según el sector y la marca. En promedio, una franquicia de comida rápida puede iniciar desde COP $80.000.000 hasta $200.000.000 (aprox. USD $20.000 a $50.000), mientras que franquicias de servicios, retail o marcas internacionales consolidadas pueden superar los COP $500.000.000 (más de USD $120.000). Además de la cuota inicial, el franquiciado debe contemplar gastos de adecuación del local, permisos municipales, mobiliario, inventario y un flujo de caja mínimo para operar los primeros meses. El error más común es calcular solo la cuota de entrada, cuando en realidad el capital de trabajo suele ser lo que más impacta la viabilidad del negocio.
¿Qué franquicias son más rentables en Colombia?
Las más rentables en 2025 se concentran en sectores de alta demanda como alimentación, salud y bienestar, farmacias y educación. Sin embargo, también destacan las franquicias de tecnología, e-commerce y energías renovables, que están creciendo a gran velocidad. La rentabilidad depende de factores como:
- Margen promedio (ej. 15% a 25% en comida rápida vs. 30% en servicios especializados).
- Retorno estimado de la inversión (ROI), que suele ir de 18 a 36 meses.
- Exclusividad territorial: una franquicia con derecho exclusivo en una ciudad intermedia puede resultar más rentable que una saturada en una gran capital.
¿Cómo funciona el contrato de franquicia?
El contrato de franquicia en Colombia es un acuerdo de colaboración en el cual el franquiciante concede al franquiciado el derecho de usar su marca, know-how y modelo de negocio, a cambio de pagos como regalías o cuotas de entrada. Más allá de lo básico, en Colombia es clave revisar:
- Duración mínima: suelen ser de 5 a 10 años, con posibilidad de renovación.
- Regalías: pueden calcularse sobre ventas netas (5% al 8% en promedio) o sobre utilidades.
- Publicidad: algunos franquiciantes cobran un fondo de mercadeo adicional del 1% al 3%.
- Capacitación y soporte: el franquiciante debe proveer manuales operativos, formación y asistencia técnica.
- Registro de marca: la licencia debe inscribirse en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) para tener validez jurídica.
Un consejo clave es realizar una due diligence legal y financiera antes de firmar, y revisar con detalle las cláusulas de terminación anticipada y exclusividad territorial para evitar riesgos futuros.
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Es una buena síntesis o enunciados correctos para abordar la viabilidad y conveniencia del contrato de franquicia, obvio, el negocio en concreto tiene mucho de largo y de ancho.