Legal Operations busca conseguir que los departamentos jurídicos alcancen la eficiencia operativa, haciéndolos aún más competitivos en el mercado, proporcionando procesos que se adapten y complementen la forma de trabajar, creando nuevas tecnologías que permitan la productividad y, entre muchas otras, asegurar una correcta gestión financiera.
En los últimos años, las multinacionales se han visto inmersas en entornos v.u.c.a.1, donde la transformación del mercado es una exigencia constante que obliga a las empresas a reinventarse y ser cada día más competitivas, pues bien, nuestros departamentos jurídicos no se quedan atrás.
La alta demanda de requerimientos, la búsqueda de eficiencia en la asignación de trabajo y el control de las costas legales externos son elementos que no sólo afectan el funcionamiento interno de un departamento jurídico, también, inquietan a sus respectivos socios comerciales dentro de la empresa. Cuando los resultados no son vertiginosos, éstos tienden a pensar en el departamento como un área que sólo «pone obstáculos» a la hora de una negociación comercial.
Legal Operations quiere resolver estos problemas y ayudar a lograr la eficiencia operativa. Para ello, quiere responsabilizarse de la creación de procesos que se adapten y complementen la forma de trabajar, además proporcionar nuevas tecnologías que permitan la productividad y, entre muchos otros, asegurar una correcta gestión financiera.
Pero entonces, ¿cómo conseguir la eficiencia operativa que promete Legal Ops? La tarea ya ha sido realizada por una serie de expertos que formaron el Consorcio de Operaciones Jurídicas Corporativas (CLOC 12)2, instaurando doce competencias que deben tener los departamentos jurídicos.
Comparto con ustedes las cuatro primeras propuestas que prometen alcanzar un primer nivel de madurez funcional dentro de un área jurídica:
(a) Gestión financiera:
La recopilación de datos para conocer el rendimiento financiero a lo largo de los años proporciona previsibilidad en las actuaciones de los departamentos jurídicos, permitiéndoles priorizar y seleccionar adecuadamente las inversiones y comprender qué riesgos potenciales surgirán en el camino.
b) Gestión de proveedores:
Los asesores externos deben proporcionar un apoyo de alta calidad, sus honorarios deben ser justos y adecuados, debe existir la posibilidad de negociar acuerdos de honorarios alternativos y se deben buscar directrices claras de facturación.
c) Alineación interfuncional:
Es muy importante establecer fuertes vínculos con otros departamentos de la organización, sin dejar de lado el criterio comercial que requiere la compañía. Entender cómo pueden encajar y alinearse las necesidades de áreas ajenas a la jurídica contribuye en la resolución de conflictos y disminución de consultas que ocupan bastante tiempo en nuestras agendas.
d) Apoyo tecnológico y de procesos:
La implantación de nuevas soluciones tecnológicas puede generar muchas resistencias debido a la alteración del status quo, sin embargo, el uso de este tipo de herramientas proporciona un acercamiento al desarrollo de procesos óptimos y estandarizados que contribuirán a la entrega de resultados.
Estas competencias son las primeras pautas que el departamento jurídico debe manejar para poseer operaciones disciplinadas, eficientes y eficaces. Entonces, te pregunto, ¿cuántas de estas competencias estás manejando en tu departamento? Es hora de renovarse con las exigencias del mercado a través de un aliado llamado Legal Operations.
VUCA: Acrónimo en inglés formado por las palabras: volatilidad, incertidumbre (uncertainty en inglés), complejidad y ambigüedad
Cloc 12: para más información puedes ingresar a la página oficial: https://cloc.org/
Gabriela Suárez Lozano es Abogada de la Pontificia Universidad Javeriana y actual estudiante del Master en Corporate Compliance and Data Protection del IMF Business School y la Universidad de Nebrija en España. Actualmente trabaja en el área de Legal Operations en Johnson & Johnson a nivel Latino América para los departamentos jurídicos de Janssen MedTech y Consumer Health.