El sistema de propiedad intelectual no solo ofrece herramientas a los titulares para proteger sus invenciones, signos distintivos y creaciones, también les permite generar ingresos a partir de su gestión que no se reduce a la espera de un eventual litigio.
El uso de la propiedad intelectual para cualquier empresa ya sea grande, mediana o pequeña, es fundamental para su posicionamiento en el mercado y la sociedad es cada vez más consciente de ello. Gracias a su distintividad en el mercado, los derechos exclusivos que otorgan y la posibilidad de oponerse y restringir la reproducción a terceros no autorizados, los intangibles se han tornado en algunos de los activos más importantes y valiosos de las compañías.
Entre 1995 y 2019, la proporción del valor de mercado de los activos intangibles aumentó del 68% al 90%[1]. Particularmente, en materia de protección, de acuerdo con la OMPI, entre el 2019 y 2020, las solicitudes de patentes, marcas, diseños industriales y derechos de obtención de variedades vegetales globalmente aumentaron en un 13.7%[2].
Sin embargo, después del nacimiento de derechos de propiedad intelectual- bien sea por su cesión, registro o toma de medidas necesarias-, sus titulares se siguen cuestionando: ¿Puedo hacer algo adicional para gestionar mis creaciones con los derechos de propiedad intelectual adquiridos?.
Además de la protección que otorgan sobre los activos intangibles, para que estos no puedan ser copiados, reproducidos o comercializados por terceros sin autorización de su titular; los derechos de propiedad intelectual permiten a su titular gozar de los derechos y beneficios que se derivan de su creación, como cualquier derecho de dominio.
El sistema de propiedad intelectual no solo ofrece herramientas a los titulares para proteger sus invenciones, signos distintivos y creaciones; también les permite generar ingresos a partir de su gestión que no se reduce a la espera de un eventual litigio.
Si bien, la ley establece algunas formas de explotar los derechos de propiedad intelectual, como los contratos de licencia o cesión, existen instrumentos jurídicos como los contratos de colaboración, codesarrollo, transferencia de tecnología, Software como Servicio y transacciones que deben ser considerados dentro de la planeación de la empresa al momento de establecer como se realizará la transferencia o limitación de sus derechos de propiedad intelectual, como los negocios de franquicia, maquila o incluso los contratos de trabajo o de prestación de servicios.
El uso adecuado y previsivo de los derechos de propiedad intelectual, permiten generar valor a una compañía a través de su protección, gestión, explotación y consideración de aspectos como la titularidad y explotación de estos derechos en cualquier tipo de transacción se ha vuelto fundamental en cualquier tipo de negocio.
Laura Correa Contreras_ Abogada de la Pontificia Universidad Javeriana con énfasis en derecho comercial internacional. Actualmente es abogada asociada del área de Innovación, Protección y Transferencia de la firma Olarte Moure & Asociados. Trabajó en el área de entretenimiento de la firma Márquez Robledo & abogados y en el área de litigios de la firma Preciado Abogados.