La importancia de la existencia de los protocolos de familia en las sociedades familiares radica en que permite dirimir conflictos, iniciar procesos preventivos, y mitigar riesgos de disolución. La ausencia, o inexistencia del protocolo familiar, normalmente constituye una de las principales razones por la cual las sociedades familiares, se extinguen, o se disuelven.
Las Sociedades de Familia son aquellas sociedades cuyo mayor porcentaje está conformado por miembros de una misma familia con fines, en su gran mayoría, comerciales. En Colombia, estas sociedades fomentan en gran medida, el crecimiento y desarrollo económico del país.
La legislación colombiana, no cuenta con una definición especifica de Sociedades de Familia, sin embargo, realiza acercamientos a este concepto, desde el artículo 6º del Decreto 187 de 1975, incorporado al Estatuto Tributario a través del Decreto 624 de 1989, que consagra:
“ARTICULO 6. Se considera de familia la sociedad que esté controlada económica, financiera o administrativamente por personas ligadas entre sí por matrimonio o por parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad o único civil.”
Y posteriormente la Supertindencia de Sociedades en Colombia, en el oficio 220-206544 del 10 de diciembre de 2018, establece:
“Las sociedades de familia, independientemente del tipo societario (colectivas, en comanditas, limitadas, anónimas) son en la práctica aquellas controladas por miembros de una misma familia, que bien pueden ser hermanos, primos, sobrinos, tíos, abuelos, nietos, etc.”
Muchas de estas sociedades nacen con la finalidad de crear un legado familiar, crear una empresa que soporte económicamente a la familia, crear o alimentar el patrimonio familiar con el propósito de estructurar una sucesión sujeta a la buena diligencia y cuidado de todos los participantes. Sin embargo, así como se presentan conflictos en la cotidianidad de cualquier familia, también se presentan conflictos dentro de la constitución, permanencia y desarrollo de la sociedad familiar, permeando el buen funcionamiento de esta, que se dan debido a la relación emocional, íntima y personal de los sujetos que conforman esta sociedad, dando lugar, al nacimiento y aplicación de los Protocolos de Familia.
El Protocolo de Familia es una figura jurídica que actúa como instrumento de carácter preventivo, donde los miembros de la Sociedad familiar establecen pautas para dar solución a los conflictos, gestionar inconvenientes, evitar riesgos y problemáticas, negociar y prohibir ciertos actos, tales como también lo hacen los protocolos parasociales. El Protocolo de Familia también es considerado un contrato, por lo cual, tendrá fuerza vinculante para las partes, tal y como lo establece el artículo 1602 del Código Civil.
La importancia de la existencia de estos protocolos en las sociedades familiares radica en que permite dirimir conflictos, iniciar procesos preventivos, y mitigar riesgos de disolución. La ausencia, o inexistencia del protocolo familiar, normalmente constituye una de las principales razones por la cual las sociedades familiares, se extinguen, o se disuelven, dejando en evidencia la relevancia de construir tratados internos que prevalezcan en los conflictos.
Los protocolos de familia son una gran herramienta con la cual todas las sociedades familiares deberían contar, en pro del crecimiento empresarial, y protección del patrimonio.