El impacto que el desarrollo de las actividades empresariales genera en la sociedad y el medio ambiente se discute desde hace varios años. Hoy hacen parte de la agenda corporativa no solo la creación de valor a los accionistas, sino también a la sociedad y al medio ambiente. Para ello, se han implementado mecanismos que tienden a construir nuevas prácticas corporativas que van más allá de la simple filantropía y de la ética, para llevarse a la práctica en los ciclos productivos y cadenas de valor. La responsabilidad corporativa es un elemento esencial en la estrategia empresarial que, además, podría determinar la viabilidad o no de una empresa en el mediano plazo. Ahora, ¿cómo lograr los objetivos de sostenibilidad a través del desarrollo empresarial?
Existen diferentes mecanismos universales que han sido adoptados como propios por diferentes países, como Colombia, para lograr un desarrollo más sostenible y cuyas bases han sido adoptadas a nivel corporativo. Dichos mecanismos son, entre otros, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París en su última conferencia COP26. Los primeros se adoptaron por los países miembros de las Naciones Unidas en el año 2015 como un llamado a la acción a nivel global para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El segundo, es un tratado vinculante adoptado por 196 países con el propósito de limitar el aumento de la temperatura por debajo de 1.5 grados centígrados promoviendo un desarrollo con bajas emisiones de efecto invernadero (GEI).
Para lograr estos objetivos y acelerar su consecución se requiere de los compromisos que de tiempo en tiempo realizan los países, de la emisión de políticas públicas que promuevan comportamientos corporativos tendientes a apoyar el cumplimiento de dichos compromisos, y de la participación activa de todos los agentes y entes pertenecientes a la sociedad. Además, requiere de la transformación de todos los sectores productivos incluyendo el extractivo, el energético, el agrícola, el de transporte, y el industrial.
Esa transformación implica que las empresas tomen acción (i) invirtiendo recursos para el desarrollo e implementación de cambios tecnológicos que apoyen la eficiencia energética, mejoren los procesos productivos, y disminuyan las pérdidas de energía por consumos ineficientes; (ii) verificando procesos productivos para monitorear el cumplimiento de estándares ambientales y sociales desde sus proveedores hasta sus consumidores; (iii) midiendo los GEI que se emiten con su cadena de valor; (iv) instalando sistemas de generación de energía con fuentes renovables, a través de sistemas de autogeneración; (vi) creando y aplicando indicadores de desempeño; entre otras acciones.
Además, el crecimiento empresarial debe ir de la mano de la creación de oportunidades, inclusión, reducción de desigualdades, y generación de empleo. Para esto, será necesario la implementación de políticas tendientes a promover la protección de los derechos humanos, eliminar el trabajo forzado y de menores, creación de beneficios a trabajadores y sus familiares, mecanismos de entrenamiento y capacitación, protección étnica, entre otros.
En conclusión, los cambios que se dan sobre el ecosistema, la vida y los medios de subsistencia deben ser una preocupación por incluir en los procesos de gobierno corporativo de las empresas de cualquier sector. Deben contemplar el crecimiento económico en un ambiente de sostenibilidad, dentro de un marco de ética y responsabilidad social que no solo priorice los beneficios económicos, sino que, además, contribuya al desarrollo de una sociedad mejor y un ambiente más sano. Sobre todo, porque en un futuro cercano la obligatoriedad de aplicar prácticas de gobierno corporativo sostenible para la gestión y el desempeño en asuntos sociales y medioambientales será inevitable.
Mónica Torres Sierra_ Counsel en CMS Rodríguez Azuero para el equipo de Energía & Cambio Climático. Abogada de la Universidad Sergio Arboleda. Candidata a Maestría en Gestión Energética, Universidad Sergio Arboleda. Especialización en Contratación Internacional, Universidad Externado de Colombia. Especialización en Derecho Comercial y Financiero, Universidad Sergio Arboleda.