Degni Andrea Aristizabal Hernandez
Universidad de Salamanca
Con la llegada de la Pandemia, las actividades diarias de millones de personas se tornaron hacia lo digital, el trabajo, los estudios, las reuniones sociales, las citas médicas y el crecimiento exponencial del E-Commerce permitieron que los gobiernos, las empresas y la sociedad en general, implementaran el uso de las nuevas tecnologías como una nueva necesidad fundamental.
Según cifras del ultimo boletín trimestral de las TIC, publicado en octubre de 2021, “Al término del segundo trimestre de 2021, el total de accesos a Internet móvil en Colombia alcanzó los 33,8 millones, 3,1 millones más que los registrados en el mismo trimestre del año inmediatamente anterior.”[1]
En ese sentido, vemos como el acceso deliberado a información por medio de buscadores en Internet, la utilización de redes sociales, las descargas ilimitadas de aplicaciones a través de dispositivos digitales, el aumento de transacciones bancarias y el acceso a canales electrónicos para realizar actividades de E-Commerce, incrementó el número de posibilidades de ser víctimas de actividades fraudulentas por parte de los ciberdelincuentes que aprovecharon ese crecimiento y los múltiples accesos a la red para encontrar las vulnerabilidades en el desarrollo de estos sitios, valiéndose de la necesidad y el auge de las transacciones virtuales para comprometer la información de las personas y de los sistemas de datos de las mismas empresas.
En el ultimo reporte llamado “comportamiento del cibercrimen en el contexto de la reactivación” realizado por el programa de Seguridad Aplicada al Fortalecimiento Empresarial (SAFE) del Tanque de Análisis y Creatividad de las TIC (TicTac), reveló que los ciberdelitos se consolidan como la modalidad delictiva con mayor crecimiento en Colombia en los últimos dos años, con un aumento del 115% según el número de denuncias acumuladas presentadas por la Fiscalía General de la Nación entre 2020 y 2021 con respecto a 2019.
La fuga de datos personales, el robo de identidad, el secuestro de información o Ransomware, la suplantación de sitios web para capturar datos personales y el acceso abusivo a sistemas informáticos, son los delitos mas denunciados en Colombia y se constituyen en las principales modalidades y con mayor afectación a empresas y ciudadanos. Los usuarios de redes sociales y plataforma digitales, junto con las Pymes han sido los mas afectados con este flagelo.
Y es que, “en muchas ocasiones somos nosotros mismos lo que nos ponemos en riesgo sin ni siquiera notarlo, ponemos nuestra información más sensible disponible en redes sociales, tenemos claves de fácil acceso y en muchas ocasiones hacemos click en aquel mensaje adjunto sin ni siquiera considerar alertas mínimas como verificar el remitente.”[2]
Es por ello que los ciudadanos tienen la opción de denunciar cuando alguno de sus derechos sean transgredidos en el ámbito cibernético. Al respecto, Colombia cuenta con la Ley 1273 de 2009 que complementa el Código Penal Colombiano, que tiene por objetivo sancionar todo comportamiento ilícito relacionado con la comisión de los delitos informáticos en el País y protege el patrimonio económico y la información personal y privada de las personas. En cuanto a las denuncias, se pueden presentar de forma presencial en cualquier Unidad de la Fiscalía General de la Nación y virtualmente a través de la App “ADenunciar” de la Policía Nacional la cual permite agilizar los procesos de denuncia, ante la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, o en la Página Web del CAI Virtual caivirtual.policia.gov.co y redes sociales (@CaiVirtual, en Twitter, Facebook e Instagram).
Finalmente, es importante conocer algunas de las recomendaciones que brindan las autoridades, el Centro Cibernético Policial y Asobancaria para prevenir estafas, fraudes y robos a través de compras por internet y transacciones virtuales, estas son: i) Descargar actualizaciones de aplicaciones y sistemas desde los sitios oficiales y desde equipos seguros, ii) No descargar ni compartir archivos adjuntos que se encuentren en correos desconocidos, iii) Proteger tu identidad revisando lo que publicas y quienes tienen acceso a tu información personal, iv) Utilizar contraseñas seguras y bloquear contenido del cual no se conoce su fuente, v) Confirmar con las entidades la veracidad de los mensajes antes de abrir enlaces o dar datos personales, vi) Desconfiar de mensajes sobre embargos, reportes a centrales de riesgo, comparendos y/o citaciones judiciales. vii) Destruir la banda magnética y el chip de las tarjetas que ya no uses, pues estas contienen información personal.
En conclusión, la situación actual generada por la pandemia, en donde muchos comportamientos de las personas y modelos de negocio han sido objeto de transformación digital, los ciberataques se vuelven mas comunes. Es por esto que las estrategias de defensa de la infraestructura del internet son importantes para las empresas que deben hacer un esfuerzo continuo por el hecho de los constantes cambios de la sociedad, así como, la adopción y concientización de los usuarios de la red, tomando una posición proactiva y acciones preventivas al momento de utilización de las herramientas digitales para evitar la materialización de las amenazas que en su mayoría pueden estar dirigidas contra jóvenes y niños.
Degni Andrea Aristizábal Hernández_ es Abogada, Especialista en Derecho Comercial de la Universidad del Rosario, Cursando Máster en Derecho Digital y de las Nuevas Tecnologías en la Universidad de Salamanca – España. Posición: Abogada del Departamento Jurídico Pymes de Bancoldex.